Por Néstor J. Saldívar

Por primera vez en 2021, las visas otorgadas en Estados Unidos basadas en el empleo totalizaron 262,288, sobrepasando el número total de las adjudicadas dentro de las preferencias familiares que alcanzó 226,000. Tan solo dentro de la visa EB-2, se adjudicaron 118,702 residencias permanentes a ciudadanos de todo el mundo, siendo los principales países beneficiados México, India, China, Filipinas y República Dominicana. ¿Cómo entonces califican los interesados?

Quienes posean una maestría o doctorado en las ciencias, ingenierías, tecnología, matemáticas, artes, salud entre otras áreas del conocimiento de interés nacional, pueden aplicar. También podrían beneficiarse las personas con un nivel de licenciatura que puedan probar una experiencia progresiva en su área de más de cinco años. Igualmente, quienes no tienen un nivel universitario podrían beneficiarse si evidencian que poseen habilidades excepcionales en las artes, las ciencias y los negocios, más diez años de experiencias en su área de experticia. Estos son solo los requisitos básicos. Como siempre, el oficial migratorio tiene la última palabra.

Sobre los hombros de cada aplicante recae la carga de la prueba al presentar su caso completando el formulario I-140, en el cual pueden ser incluidos además sus dependientes directos (cónyuge e hijos menores de 21 años).

Según sea el caso, deberá adjuntarse a la aplicación, todo en inglés, declaración o plan del esfuerzo a realizar, las evidencias de estudios avanzados, licenciaturas, certificaciones, cartas de empleadores actuales o antiguos, recibos de pagos por servicios prestados en el área que fundamenta su caso, entre muchos otros documentos para asegurar que las autoridades migratorias valoren que tiene sentido práctico otorgar una exención de la certificación laboral y que la persona puede patrocinarse a sí mismo en base a sus méritos. Los títulos universitarios deben ser evaluados por una agencia que certifique la equivalencia de estos en Estados Unidos.

La clave para garantizar recibir la exención por interés nacional está en comprobar, mediante argumentos sólidos y concretos, primero, que el esfuerzo que realizará el solicitante en territorio estadounidense tiene mérito sustancial en sí mismo y reviste importancia nacional; segundo, que la persona está bien posicionada para ejecutar el esfuerzo propuesto y, tercero, que sería beneficioso para Estados Unidos exonerar al aplicante de los requerimientos de oferta de trabajo y por consiguiente de la certificación laboral correspondiente.

Este proceso puede realizarse con o sin abogados tanto estando dentro como fuera de los Estados Unidos. Para la persona aplicar desde dentro del país, deberá ostentar un estatus migratorio vigente al momento de la aplicación y completar el formulario I-140 con todas las evidencias necesarias, pudiendo solicitar conjuntamente el ajuste de estatus con el formulario I-485 siempre y cuando la visa se encuentre disponible (current) de acuerdo con el boletín de visas vigente. De ser así, los aplicantes pueden solicitar las autorizaciones de trabajo y de viaje.

Si la persona está en su país de origen, podrá hacer la solicitud mediante el formulario I-140 con las evidencias de lugar. Una vez reciba la aprobación, recibirá un aviso del Centro Nacional de Visas para realizar el proceso consular mediante la petición de visa de inmigrante completando el DS-260. Si el proceso termina con éxito, los beneficiarios son aprobados y una vez en Estados Unidos reciben la anhelada tarjeta verde tras haber pagado los impuestos correspondientes.

El tiempo de procesamiento de este visado actualmente varía. Muchas personas han obtenido su visa EB-2 en tan solo mes y medio y han completado su ajuste de estatus ocho o doce meses después. Esto hace que este camino al sueño americano en el presente esté siendo transitado por muchos nacionales de buena voluntad y bien posicionados en sus países, que, en busca de mejores y mayores oportunidades, se desplazan a nuevos horizontes en busca de seguridad física, económica y emocional.