Dos psicólogos clínicos, Desiree Jiménez y Josefer Hoepelman, la definen como un trastorno psíquico que sufren algunas personas que se interesan en la fortaleza y condición física de su cuerpo, para verse atractivos y “bien”.
Hoepelman explicó que ese tipo de persona por más fuerte y musculosa que esté considera que está delgado y en busca de mayor musculatura y de mejor físico llegan a consumir medicamentos que les producen alteraciones en sus órganos, principalmente en los brazos, pecho y abdomen.
Expuso que quien sufre de vigorexia se obsesiona por verse grande y musculoso, pero a pesar de estarlo consideran que no y abusan de los esteroides, testosteronas y otros medicamentos, que según afirmó son de uso animal y llegan a afectar la virilidad en el hombre y afectar el deseo sexual en las mujeres.
El exceso en el consumo de estos químicos pueden causar hasta la muerte, aseguró el profesional de la conducta.
El mayor problema, añadió, es que ese tipo de persona no percibe que sufre un trastorno, sino que quien lo percibe puede ser un profesional de la conducta o quien le estrena.
En el caso de las mujeres, Hoepelman manifestó que éstas llegan al límite con los esteroides y dieta exagerada y pueden afectar sus períodos menstruales.
La vigorexia la comparó con la anorexia, por ser ambos padecimientos un trastorno mental que sufren las personas, sin importar que sea hombre o mujer.
Durante su participación en el programa Entre Adultos, que produce el psiquiatra Héctor Guerrero Heredia y conduce el psicólogo clínico Eladio Hernández por la Z101.3 FM, Desiree y Hoepelman advirtieron sobre el uso inadecuado y abusivo de los esteroides, tanto en el hombre como en la mujer, por los daños que producen a la salud.
Tildaron de grave que haya quienes usan anabólicos y esteroides para verse mejores físicamente, pero que los adquieren en veterinarias, por ser medicamentos destinados a los animales en busca de mejores logros en el rendimiento de éstos.
Hoepelman alertó que los anabólicos y esteroides son detonantes de crisis de comportamiento, como la agresividad, cambio de personalidad y otros daños que afectan la salud humana.
Alerta por anabólicos
Desiree Jiménez criticó por la forma indiscriminada en que las personas tienen acceso a los esteroides y anabólicos y que entrenadores en algunos gimnasios, sin conocimientos médicos, los indiquen a quienes se ejercitan.
Sentenció que estos tipos de medicamentos afectan determinados tipos de hormonas endógenas, produciendo cambios en el tono de voz y en el físico del cuerpo, en el estado de ánimo e incluso en la virilidad del hombre y la actividad sexual en la mujer.
Manifestó que las personas buscan un mejor cuerpo, pero no prevén el cambio que pueden sufrir en su comportamiento y los daños a la salud que se derivarían de estos.
Recomendó a las personas realizar ejercicios bajo prácticas programadas, al sostener que contribuyen a activar las hormonas dopaminas y endorfinas, que definió como segregadores opioides que produce el mismo organismo que influyen en mejorar o mantener la salud.