Verónica Lora | Foto: Rubí Benemit
Pasaron muchos años en los que los que los involucrados en este fascinante mundo de la moda local pedíamos a gritos tener una plataforma donde exponer nuestro trabajo. Ahora hay varias y parece que no hemos avanzado, ¿por qué? Porque no hemos aprendido que los desfiles de moda no sirven para nada.
‘Conozca al Grinch de los desfiles de moda’, esta que está aquí’. Los desfiles son un mal necesario, una fiebre que hay que sudar y que bien utilizados son un impulso para la carrera del diseñador de indumentaria. Les comparto algunas razones. Sin embargo, no sirven para nada. Sin una estrategia de trabajo que lleve al diseñador más allá de la pasarela. Desde la selección del lugar para presentar su colección, hasta tener los invitados correctos.
Asegurarse de que los invitados se complementen con una selección de compradores que vayan de acuerdo al público al que se le quiere vender es el primer paso. Y no me refiero a celebridades y personas de la clase alta, sino también a propietarios de tiendas o encargados de compras.
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Esto implica también estar preparado para suplir la demanda.
Recuerde: 'suplir' significa cumplir con la cantidad de prendas requeridas por el comprador y el tiempo establecido para la entrega de las mismas. No tenga miedo de vender y menos ahora que la DGII está por quitar el anticipo.
Tampoco tiene que ahogarse en grandes producciones. Una de las ventajas del diseño de autoría es que no es para las grandes cadenas de tiendas, sino para las pequeñas boutiques o tiendas de concepto. Sí, esas que pagan a contra entrega a sus proveedores de Los Ángeles, China o Panamá.
¿Por qué no ofrecerles la oportunidad de vender prendas de confección local?
Eso sí, bajo un contrato que asegure que el proveedor local no tendrá que esperar tres meses para recibir su pago, ni mucho menos cederá sus piezas a consignación.
No se olvide, 'consignación': exhibir la prenda en la tienda y no pagarle al proveedor hasta que se venda o de lo contrario devolverla. El buen emprendedor le dice "no" a esta palabrita.
El desfile de moda no servirá para nada, si no se presenta una colección con criterio, que combine la confección impecable con el buen diseño y una puesta en escena tan interesante, que si usted diseña camisetas, las recuerden como vestidos de novia.
Tenga presente: 'criterio', conjunto de decisiones que pueden afectar de manera negativa o positiva una puesta en escena. La selección de tejidos, siluetas juega un papel sumamente importante pero también las personas que elija para que le modelen su ropa. No tenga miedo de repetirlo delante de la gente: un desfile no sirve para nada, si el diseñador no está dispuesto a bajarse de la nube del estrellato y a trabajar por el éxito. Mientras este llega, conformarse con ser ‘medianamente conocido’ entre la gente que importa es lo que toca.
Por definición, 'medianamente conocido’ es una persona que es popular en un perímetro determinado.
Finalmente, los desfiles de moda -bueno ya sabe-, si no se entiende que cada prenda presentada cuesta y que debe estar dispuesto a pagar algo más que una entrada para acceder a ellas.
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