La psiquiatra Ana Iris Silvestre consideró que en los casos de violaciones y muertes de menores abusadas, como el de la niña Yaneisy Rodríguez, ocurrido en Santiago de los Caballeros, se debe analizar varios factores, como es medir el nivel educativo y el perfil intelectual de los implicados para determinar si tienen una conducta pederasta y si mentalmente son psicópatas.
Rechazó de plano que en estos tipos de casos a los abusadores se les someta a la castración del pene o a una lobotomía (castracción de parte del cerebro o de circuitos cerebrales), ya que el poder y el problema de éstos no está en su miembro, sino en su mente.
Entevistada por los comentaristas de El Gobierno de la Tarde, Silvestre añadió que de someterse a la lobotización entonces esos individuos se convertirían en discapacitados y serían una carga para económica para el Estado y la sociedad.
Yaneisy Rodríguez, de 4 años, fue abusada y asesinada en Santiago por un adolescente de 16 años y un adulto de 31, que la secuestraron y luego asesinaron y tiraron su cuerpo a un basurero próximo a su vivienda.
La profesional explicó que se debe analizar el "abuso" cometido por el padre, que embarazó a la madre de Yaneisy siendo una adolescente de 13 años y luego otras dos veces.
Opinó que esa madre adolescente no tenía la capacidad cognitiva ni biológica para la procreación ni alcanzó los niveles educativos para transmitírlos a sus niñas, por lo cual estas se desarrollarían expuestas a iguales tipos de abusos, porque no pudiera tomar decisiones acertadas en el cuidado.
Apreció que es positivo que los tres embarazos de la madre de la menor fallecida pudieran haber sido no deseados.
Opinó que antes de responsabilizar a la madre por el caso, se debería analizar cómo fue criada y con qué valores, así cómo habría sido inducida a ser madre durante su niñez.
Explicó que oyendo y viendo las declaraciones de los acusados a los medios de comunicación se debería analizar el coeficiente intelectual de éstos, porque hablan sin pensar los contenidos de lo que dicen y muestran una discapacidad.
La otra parte sería analizar su grado de psicopatía, ya que de resultar ser psicópatas tendrían "un callo emocional" que les hace difícil tener empatía con otras personas, y no le consterna el dolor de los demás, porque tienden a disfrutar del daño.
Refirió que según estudios, el psicópata real no es regenerable, ya que esos individuos no cambian de comportamientos.
No obstante, insistió que se debería analizar con estos individuos si tienen un comportamiento sexual y mental que para poder considerarlos pederastas o no, si les gustan esos tipos de juegos sexuales, si tienen atracción hacia los menores y disputárselas entre sí, que es algo que podría concluirse de una conducta sexual inapropiada.
Foto y edición de audio: Yohan Castillo.