La canciller alemana, Angela Merkel, abordará con los poderes regionales fórmulas para impulsar la digitalización escolar, pieza clave a su parecer para evitar que "los niños sean los perdedores de la pandemia" en caso de restricciones en la vida pública.
El curso pasado estuvo marcado por el cierre de escuelas y guarderías, lo que afecto a millones de niños, padres, educadores y maestros, recuerda la líder alemana, en su mensaje semanal por vídeo a sus compatriotas.
"De la noche a la mañana, la actividad escolar tuvo que reorganizarse completamente para poder aprender desde casa", prosigue Merkel. El desafío planteado por esa nueva situación evidenció hasta qué punto la digitalización es un "complemento imprescindible a la clase presencial", afirma.
El Estado federal destinó ya un paquete de 6.000 millones de euros a la digitalización de la actividad escolar y la capacitación profesional.
Para avanzar en ese cometido y coordinar recursos, Merkel se reunirá el próximo lunes con los responsables de cultura de los "Länder" -estados federados-, competentes en la materia en Alemania.
El objetivo prioritario es posibilitar que todas las escuelas tengan "tan pronto como sea posible" acceso rápido a internet y que todos los maestros dispongan de un ordenador adecuado para impartir sus clases por vía digital.
El retorno a las clases presenciales empezó en Alemania de forma gradual a principios de julio y se ha prolongado hasta este septiembre, de acuerdo a la práctica derivada de su sistema federal. Se impuso la obligatoriedad de usar mascarilla en los espacios compartidos de los recintos escolares, lo que en algunos "Länder" se extendió al interior de las aulas.
El regreso a la escuela presencial no ha reportado mayores problemas, mientras que la vuelta de las vacaciones, así como los encuentros familiares, fiestas y celebraciones religiosas han disparado las cifras de nuevos contagios.
SUBEN LOS CONTAGIOS AL NIVEL DE ABRIL
En las últimas 24 horas se registraron en Alemania 2.297 nuevas infecciones, el nivel máximo desde el pasado abril, según datos del Instituto Robert Koch (RKI), competente en la materia en el país.
El cómputo acumulado de infecciones desde el principio de la pandemia se sitúa así en las 270.000 -de los cuales 239.800 son pacientes recuperados-, con 9.384 víctimas mortales. El número de fallecidos en las últimas 24 horas fue de seis, de acuerdo a los datos actualizados por el RKI la medianoche pasada.
El pico máximo de infecciones en Alemania se registró entre finales de marzo y principios de abril, con más de 6.000 contagios diarios. A partir de mayo y sobre todo en junio empezaron a bajar de forma continuada, hasta situarse en 300 o 350 diarios.
En julio empezó a producirse un claro repunte, hasta superarse a mediados de agosto los 2.000, por primera vez en meses y coincidiendo con el regreso de las vacaciones en parte del país.