James Paxton mientras se dirige al dougout | Foto: @Yankees
Los Yanquis de Nueva York jugaron su último partido esta temporada en el Fenway Park y lo acabaron en plan triunfal con blanqueada de 5-0 ante los Medias Rojas de Boston a los que también les quitaron el reinado de tres años consecutivos como campeones de la División Este de la Liga Americana.
Esta vez, el jugador estelar de los Yanquis fue el abridor James Paxton, que volvió a tener una gran actuación desde el montículo.
La clara victoria de los Yanquis, los eternos rivales de los Medias Rojas, se dio horas después que la organización destituyesen a su presidente de operaciones deportivas Dave Dombrowski y en un duelo que comenzó con el regreso del legendario dominicano David Ortiz al Fenway Park.
Pero los aficionados de los Medias Rojas no se vieron sorprendido ni por el resultado ni por la manera como había perdido el equipo de Boston, que ya tiraron la toalla en la lucha por estar en la competición de la postemporada y haber defendido el título de campeones de la Serie Mundial.
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Ortiz, el exastro de los Medias Rojas, lanzó la primera bola, tres meses después de ser herido de bala en su natal República Dominicana.
Boston se colocó a 18 juegos y medio de los Yanquis, líderes de división, cuando ya quedan 18 partidos para que concluya la temporada regular.
Los Medias Rojas, campeones de la última Serie Mundial, siguen buscando un boleto de playoffs, pero con pocas posibilidades reales. Comenzaron la jornada ocho juegos detrás del equipo que posee por ahora el segundo boleto de comodín en la Americana, los Atléticos de Oakland.
Paxton (13-6) ganó su octava apertura consecutiva, al aceptar cuatro imparables en seis entradas y dos tercios. Los Yanquis aumentaron a nueve juegos su ventaja sobre los Rays Tampa Bay, que es segundo en la División Este.
Nueva York comenzó la jornada empatado con la mejor marca de las Grandes Ligas, y mejoró a 45 juegos por encima de la marca de .500.
Austin Romine y el colombiano Gio Urshela batearon sendos cuadrangulares solitarios por los Yanquis, que ganaron los últimos tres juegos de una serie de cuatro y finalizaron la temporada con marca de 14-5 ante los Medias Rojas, sus eternos rivales.
Nueva York extendió su récord de la franquicia a 270 cuadrangulares, una noche después de establecer la nueva marca.
Houston vuelve a vapulear a su oponente
El abridor Zack Greinke abanicó a cinco bateadores en seis entradas de gran control y puso el cero en la casilla de las anotaciones para conseguir victoria de 15-0 en paliza que les dieron a los Atleticos de Oakland, sus rivales directos en la División Oeste de la Liga Americana.
El receptor venezolano Robinson Chirinos y el bateador designado, el novato cubano Yordan Álvarez pegaron dos cuadrangulares cada uno que permitieron a los Astros imponer un récord de Grandes Ligas con seis vuelacercas en las primeras dos entradas de un partido, que fue la quinta victoria consecutiva del equipo de Houston.
Air Raid offense! pic.twitter.com/bxVJ7Nubq1
— Houston Astros (@astros) September 10, 2019
Con la explosión ofensiva del lunes tras un triunfo el domingo por 21-1 sobre los Marineros de Seattle, los Astros establecieron una marca para la franquicia de más carreras anotadas en partidos consecutivos con 36.
Ayudados por seis de sus siete vuelacercas en total, los Astros se despegaron 11-0 luego de dos capítulos. Los siete bambinazos igualaron un récord de la franquicia para un encuentro, establecido el 9 de septiembre de 2000 contra los Cachorros de Chicago.
El segunda base venezolano José Altuve bateó un jonrón de dos anotaciones al jardín izquierdo para iniciar el ataque del segundo episodio, y el jardinero Michael Brantley lo siguió con uno solitario al derecho que puso fin a la salida del abridor Mike Fiers (14-4).
El cuadrangular de Brantley fue su vigésimo primero de la campaña, un máximo en su carrera.
Greinke (15-5) retiró a 11 bateadores de los primeros 12 que enfrentó. Sólo permitió dos imparables y no dio bases por bolas.
Fiers toleró nueve carreras, lo máximo en su carrera, con nueve imparables en poco más de una entrada. También aceptó la mayor cantidad de vuelacercas en su trayectoria con cinco.
