Dos de los vehículos Golf equipados especialmente por Volkswagen para su proyecto de conducción autónoma llevado a cabo en la ciudad alemana de Hamburgo | Foto: Christian Charisius/dpa
La automotriz alemana Volkswagen (VW) planea fabricar en serie automóviles autónomos a mediano plazo, en torno a 2025, después de analizar los resultados de las pruebas que realiza actualmente con prototipos en la ciudad de Hamburgo.
"Estamos trabajando en un sistema autónomo que queremos comercializar a mediados de la próxima década", indicó hoy Alexander Hitzinger, vicepresidente de la división de coches autónomos de la marca.
Según informó la propia empresa, cinco vehículos modelo Golf especialmente equipados recorren una ruta adaptada, conocida como TAVF, de casi tres kilómetros dentro de la ciudad del norte de Alemania.
Los vehículos llevan sensores en el techo y en los guardabarros delanteros y traseros, a fin de analizar el entorno en el que circulan. Asimismo, se comunican con los 14 semáforos de la ruta a través de una tecnología especial ("Road Side Units").
Un conductor viaja de forma preventiva en el coche para intervenir en caso necesario, especialmente cuando otros conductores o peatones no cumplen las normas de circulación.
Según el propio fabricante, los coches ya son capaces de predecir la situación del tráfico cerca de diez segundos. Sin embargo, Hitzinger admitió que la conducción autónoma a gran escala "es una tarea hercúlea", dado que los algoritmos tendrían que cubrir un número inifinito de escenarios de tráfico.
El directivo explicó que, aparte de este desafío, los sistemas deben desarrollarse de tal forma que sean seguros ante posibles ciberataques.
El software necesario para la conducción autónoma proviene del equipo "Group Innovation", procedente de la recién fundada Volkswagen Autonomy (VWAT). La filial cooperará con el fabricante estadounidense Ford para producir coches autónomos en serie para mediados de la década próxima.
En ese sentido, Hitzinger consideró que China y Estados Unidos serán los mercados pioneros para introducir dichos modelos, debido a que la normativa europea podría suponer una dificultad añadida. Entre sus primeras posibles aplicaciones, el directivo destacó a los taxis y los vehículos de reparto.