Por Sonia Salazar
El inicio de los campos de entrenamiento del béisbol de las Grandes Ligas, permite a los peloteros latinoamericanos convertirse en protagonistas como es el caso del joven dominicano Vladimir Guerrero Jr., que impresiona, y de su compatriota Michael Pineda, que confía en volver a la plenitud después de haber superado dos graves lesiones.
Guerrero Jr., de 19 años, no se preocupa por si comenzará la temporada con su equipo de los Azulejos de Toronto, su único objetivo es progresar para llegar a ser un gran pelotero, como lo fue su padre, Vladimir Guerrero, miembro del Salón de la Fama.
El joven pelotero quisqueyano, considerado la mayor promesa que se presenta en la temporada del 2019, para nada piensa si va a estar con el primer equipo cuando llegue el Día Inaugural o en la ligas menores, de cara a que pueda convertirse más tarde en agente libre (2025).
"Controlar lo que puedo controlar y luego trabajar duro todos los días", declaró Guerrero Jr. en el primer día de entrenamientos de los Azuleos. "Hacer lo mejor posible. Intentar ser mejor todos los días y dar lo mejor de mí, eso si es lo que me preocupa y de lo que tengo control".
Guerrero Jr. bateó para .402 en Doble-A y .336 en Triple-A el año pasado, con 20 cuadrangulares y 78 impulsadas que aportó al concluir su labor.
La manera como Guerrero Jr. maneja la presión y su disposición para trabajar duro ha impresionado al piloto puertorriqueño Charlie Montoyo, quien hace su debut en el puesto con el equipo y en las Grandes Ligas.
"No puedo relacionar que tenga 19 años y sea tan tranquilo y genial como lo es éste chico", señaló Montoyo. "Estoy impresionado, para decirles la verdad. Esa es la marca de una estrella. Va a ser una estrella algún día, como todos sabemos".
Guerrero Jr. participó de los ejercicios defensivos e hizo varias jugadas inteligentes durante una sesión de toque de pelota.
Sus acciones merecieron la felicitación del lanzador Justin Shafer después de atacar un toque y recoger la pelota a mano limpia, a lo que siguió un lanzamiento fuerte y preciso a la primera base.
En la práctica de bateo, Guerrero Jr. conectó la pelota con autoridad hacia todos los jardines con 28 swings durante seis rondas.
"Es realmente talentoso", admitió el campocorto de los Azulejos, el venezolano Freddy Galvis. "Parece un chico realmente bueno. Buena mentalidad. Es un chico maduro. Su padre fue un gran trabajador. Por lo tanto, tiene la misma mentalidad por lo que he visto hasta ahora".
Guerrero Jr. esta convencido que lo único que tendrá valor será cuando llegue la competición verdadera y puedo ayudar al equipo.
Por su parte, Pineda no tiene que demostrar todo lo bueno que es desde el montículo, ya lo hizo antes, su misión esta temporada es la recuperar la plenitud de forma.
Pineda se considera listo para regresar a las Grandes Ligas, ahora con los Mellizos de Minnesota, tras una inactividad de una temporada y media.
El dominicano requirió de una cirugía de Tommy John –la peor para un lanzador– en 2017, cuando estaba con los Yanquis de Nueva York.
Después firmó con los Mellizos en diciembre de 2017 pero, cuando se preparaba para regresar en la pasada temporada, se rompió los meniscos de la rodilla derecha.
Pineda, de 30 años, no lanza en las Grandes Ligas desde el 5 de julio de 2017. Nueve días después, el gerente general de los Yanquis, Brian Cashman, reveló la lesión.
El derecho fue operado el 18 de julio de aquel año por el director médico de los Rojos de Cincinnati, Timothy Kremchek.
"Por ahora me siento muy bien", comentó Pineda. "Llegué temprano acá, al campo de entrenamiento con la mentalidad de estar listo para comenzar de nuevo mi resurgir".
Pineda, de algo más de dos metros de altura, ha generado altas expectativas desde hace años. Sin embargo, tuvo una marca de 40-41 y una efectividad de 4.05 con los Yanquis, incluyendo un récord de 8-4 cuando sobrevino la lesión.
El lanzador derecho dominicano se declaró agente libre después de la campaña y firmó un convenio por dos años y 10 millones de dólares con Minnesota, que incluyó un salario de dos millones de dólares en su primera temporada.
Pineda cumplió cuatro aperturas en las menores, como parte de su rehabilitación en el verano, antes de lastimarse la rodilla, y los Mellizos siguen confiando en su clase y lo que les puede aportar.
"Es muy duro y frustrante hacer la rehabilitación", valoró Pineda. "A nadie le gusta. Mi mentalidad ha sido siempre fuerte, porque tener una vida en el béisbol es un don. Sin importar lo que pase, debes ser mentalmente fuerte y esperar siempre lo mejor".