Lewis Hamilton y Sebastián Vettel | Foto: Benoit Doppagne/Dpa
Por Christian Hollmann
"Me adelantó como si yo no hubiera estado ahí", dijo Lewis Hamilton el domingo después de la victoria de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Fórmula 1 de Bélgica.
En la primera vuelta de la carrera, el alemán firmó un adelantamiento contundente sobre el británico. La maniobra ilustró el poder de su Ferrari. Cuando quedan ocho paradas en el calendario de este año, el "momentum" es suyo.
Ferrari había venido mostrando que tiene el mejor bólido de la grilla ya en las carreras pasadas, pero una combinación de errores y mala fortuna evitó victorias que parecían cantadas en Alemania y Hungría, antes del receso vacacional de agosto.
En Bélgica, la "Scuderia" dominó en la práctica pero Hamilton aprovechó la lluvia y puso su Mercedes en la primera posición. Era, sin embargo, un espejismo.
La "pole" se esfumó muy temprano, en el primer giro, cuando Vettel lo sobrepasó cómodamente. El alemán dominó el resto de la carrera y le sacó 11 segundos al británico.
Fue la victoria 52 del germano, que se convirtió así en el tercer piloto con más triunfos en la historia, solo detrás de Hamilton (67) y del alemán Michael Schumacher (91).
No menos importante, Vettel recortó a 17 puntos la desventaja con el piloto de Mercedes y dio casi un golpe de autoridad de cara a lo que queda.
"Es una gran victoria para todo el equipo y espero que en Monza sea igual, pero tenemos que seguir luchando para mantenernos arriba", expresó Vettel, que llegó a su tercera victoria en Spa, la primera con Ferrari, tras dos triunfos antes con Red Bull.
La felicidad habría sido completa si el finlandés Kimi Raikkonen, todo un especialista en Spa, no se hubiera retirado por la colisión provocada por el Renault Nico Hülkenberg en la primera vuelta.
"Lo que le pasó a Kimi es una verdadera lástima, (…) hubiéramos podido celebrar aún más y la clasificación de constructores (en la que Mercedes es líder) luciría un poco diferente", afirmó Maurizio Arrivabene, el director deportivo de Ferrari.
Pero en Monza, este fin de semana, Ferrari tendrá una nueva oportunidad de demostrar el poder de su motor mejorado, en un circuito con largas rectas. Un terreno en el que Vettel y Raikkonen deberían dominar.
En su casa, el equipo italiano contará además con el apoyo de los tifosi en un campeonato que, en palabras de Arrivabene, se pone "más y más interesante".
Mercedes, que llegó a Spa con mejoras de motor, admitió en tanto la superioridad de su rival. Hamilton reconoció incluso que "tendrán difícil igualarlos" en Monza.
"Sabemos por las últimas cuatro carreras que tienen nuevas cosas en su bólido y eso les ha permitido ser más rápidos en las rectas", consideró Hamilton. "Supongo que tenemos que trabajar más duro", añadió.
Ferrari tendrá que afrontar el dominio del equipo alemán en tiempos recientes, ya que en los últimos cuatro años Hamilton hizo la "pole" en Monza y logró la victoria en tres ocasiones.
La última victoria de la "Scuderia" fue en 2010, con el español Fernando Alonso. Pero la sequía parece cerca de su fin. La ocasión no podría ser más oportuna para Vettel, que sueña con su quinto título en la máxima categoría.
