El abridor estelar Justin Verlander vio como sus compañeros de los Astros de Houston hicieron la hazaña de remontar una desventaja de 0-2 en la Serie Mundial al ganar tres partidos consecutivos de visitantes ante los Nacionales de Washington y con ello le dieron la oportunidad de poder romper la mala racha que le acompaña en el "Clásico de Otoño".
Verlander, después de perder el segundo partido de la serie, disputado en el Minute Maid Park de Houston, estableció una nueva marca negativa en la Serie Mundial con 0-5 en los partidos que ha salido de abridor.
Pero dentro del equipo todos tienen confianza que Verlander será el lanzador dominante y ganador que todos han visto durante la temporada regular y el que les pueda dar la gran victoria y la última que necesitan para proclamarse campeones de la Serie Mundial al tener ventaja de 3-2 al mejor de siete juegos.
"No estaríamos aquí de no ser por él", declaró el jardinero de los Astros, George Springer. "No me importa lo que indiquen las estadísticas individuales y estoy contento que vuelva a tener de nuevo la pelota".
Verlander, de 36 años, tendrá una oportunidad de hacer que los aficionados olviden su mala racha de postemporada, que incluye derrotas de este año en juegos en que los Astros estaban a un triunfo de avanzar a la siguiente fase –en la serie divisional y en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Ahora, los Astros están a un triunfo de alcanzar su segundo título de la Serie Mundial en tres años, confiarán en el derecho para el sexto juego, en Houston, para medirse al estelar Stephen Strasburg y a los Nacionales.
"Él está preparado. Está listo para este momento. Hemos tenido mucha comunicación a lo largo de la serie sobre la manera en que vamos a realizar un ajuste a lo que hemos estado viendo y cómo vamos a atacar", aseveró Gerrit Cole, compañero de Verlander en la rotación de los Astros y uno de los favoritos en la lucha por el premio Cy Young de la Americana en esta temporada.
Cole está convencido que su compañero va a demostrar toda la clase que posee como lo hizo durante toda la temporada regular.
"Para él va a ser una apertura más. Él va a marcar el ritmo para nosotros", explicó Cole. "Esperamos poder apoyarlo con carreras y grandes jugadas a la defensiva".
Cole concedió sólo una anotación en siete entradas y ponchó a nueve bateadores rivales para que los Astros tomaran una ventaja de 3-2 en la serie el domingo por la noche, tras un triunfo de 7-1 ante unos Nacionales que llegaron a la postemporada como equipo comodín.
Hasta ahora ha sido divertido jugar fuera de casa: Sólo dos veces antes en la historia de las ligas mayores los equipos de casa habían sido los perdedores de los primeros cinco partidos de una Serie Mundial.
Washington ganó los dos primeros en Houston por un total de carreras de 17-7, antes que los Astros respondieran para alzarse con tres victorias en la capital estadounidense por un acumulado de 19-3.
Los Nacionales llegaron al fin de semana con una racha de 18 triunfos en 20 juegos, la mejor que el equipo haya logrado desde que se mudó de Montreal a Washington en 2005. Pero luego cayeron a una marca de 0-3 en casa.
"Nosotros simplemente vamos a regresar a jugar", destacó el jardinero dominicano Juan Soto, de los Nacionales. "Trataremos de hacer lo que hemos hecho antes".
Tras el receso del lunes, ambos equipos aseguran que están listos para conseguir sus objetivos en el Sexto 6, los Astros, la victoria que les de el título, y los Nacionales, la que los mantenga con vida.
"Nuestra confianza es grandiosa. Creemos que él va a estar en su mejor forma cuando salga al montículo", declaró el piloto de los Astros, AJ Hinch, en el Minute Maid Park. "A él le encanta este gran escenario. Le encanta que confiemos en él".
En caso de que no lo logre, el séptimo y definitivo partido se jugaría el miércoles. Los Nacionales entregarían la pelota a Max Scherzer, tres veces ganador del premio Cy Young y que fue descartado para el quinto duelo horas antes del inicio debido a un problema de cuello que le impidió alzar su brazo de lanzar.
Scherzer reveló que recibió una inyección de cortisona y requirió de la ayuda de su esposa tan solo para poder vestirse.
"Esto se trató de algo pequeño que se convirtió en algo grande y terminó siendo algo descomunal", señaló. "Sólo espero que los médicos estén en lo correcto y que algo pueda hacerse para el séptimo juego".
Sin embargo, los Astros, con el mejor Verlander en el montículo, confían que no se tenga que disputar el séptimo partido y tener que enfrentarse de nuevo al temible Scherzer.