Protestas en Sri Lanka | Foto: EFE/EPA/CHAMILA KARUNARATHNE
Por Indira Guerrero | Aanya Wipulasena
El Parlamento de Sri Lanka presentó este martes los nombres de los aspirantes a la Presidencia de la nación insular, una elección crucial frente al complejo periodo que se avecina y que dependerá de las alianzas de poder de los ambiciosos líderes.
Tres nombres están en la carrera para ser el próximo presidente de Sri Lanka después de que el expresidente Gotabaya Rajapaksa abandonara la nación presionado por las manifestaciones callejeras y dejando a la isla en la peor crisis económica de su historia.
El actual presidente interino de Sri Lanka Ranil Wickremesinghe, heredero del poder de Rajapaksa tras su salida del país y dimisión, es uno de los candidatos con mayores posibilidades en la liza de mañana.
Además están Dullas Alahapperuma, del Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP), la formación del depuesto Rajapaksa; y Anura Kumara Dissanayake, de la coalición izquierdista NPP, según informó esta mañana el Parlamento esrilanqués.
Sin embargo, las alianzas formadas hasta ahora dejan solo dos escenarios: Wickremesinghe o Alahapperuma.
La votación, que se llevará a cabo de forma secreta por los 225 legisladores que integran el Parlamento esrilanqués, tendrá lugar mañana a las 10.00 hora local (4.00 GMT).
Para conseguir la victoria, un candidato debe obtener el apoyo de al menos 113 de los 225 miembros de la Cámara.
MÁXIMA SEGURIDAD
La sesión de la Cámara de hoy se llevó a cabo bajo un fuerte operativo de seguridad, y el resguardo de todas las entradas del recinto legislativo. El acceso estuvo permitido solo a los 225 miembros, a quienes se les ofrecieron también las respectivas medidas de seguridad para el traslado.
La nación está desde ayer bajo un régimen estado de emergencia decretado por el presidente interino, con el fin de evitar que la agitación civil suponga una amenaza para el proceso parlamentario.
Este martes, vehículos militares seguían trasladando efectivos militares en Colombo para reforzar las medidas de seguridad de las instituciones públicas, considerados como zonas sensibles después de que las manifestaciones antigubernamentalas lograran tomar varias instalaciones hace más de una semana.
La agitación de las calles es una respuesta de los ciudadanos a la escasez de medicamentos, alimentos y combustible que vive el país, provocada en parte por el gran endeudamiento, erradas políticas gubernamentales, y el impacto de los atentados de Pascua de 2019 y la pandemia de la covid-19 en el turismo.
Esta situación dio lugar a protestas por toda la isla desde finales de marzo, cuando miles de personas comenzaron a salir a las calles para pedir la dimisión de Rajapaksa por su gestión de la crisis económica.
Las manifestaciones, que se hicieron cada vez más poderosas a medida que se agudizaba la crisis, lograron su cometido hace una semana, cuando Rajapaksa presentó su renuncia tras huir de su residencia para escapar de los manifestantes.
LA ELECCIÓN SIN EL PUEBLO
El hecho de que Wickremesinghe, que se desempeñaba como primer ministro del Gobierno de Rajapaksa, haya logrado quedarse de manera encargada con la Presidencia, y que su nombre figure en la lista de los candidatos con más posibilidades a ganar, agita el ambiente.
Para los manifestantes que lideraron la revuelta que obligó a Rajapaksa a entregar el poder, una posible victoria de Wickremesinghe es una reimposición del mismo régimen que llevó al país a la debacle, y una razón para volver a las calles con el mismo impulso con el que protestaron contra el expresidente.
"La elección que tendrá lugar mañana en el Parlamento no es la elección que el pueblo quiere. Esta es la elección de 225 parlamentarios, no la elección del país. El presidente de mañana será el que eligen sus votos", dijo a Efe uno de los manifestantes, un veterano que luchó en la guerra civil del país contra los Tigres Tamiles.
