La amnesia es un proceso normal de la vejez, sin embargo, hechos recientes demuestran que personas más jóvenes están siendo afectadas como resultado de sus múltiples ocupaciones en el hogar o el trabajo y por el exceso de información que consumimos hoy en día
A todos nos suenan las frases: no tengo tiempo, ando full, no me cabe una reunión más, y otras frases famosas de nuestra vida ocupada. Producto de este estrés te olvidas dónde dejaste el carro, olvidas una cita que tenías planeada desde hace un mes, pierdes cosas, te cuesta recordar datos que te sabías de memoria y no puedes concentrarte más de una vez. ¿Te pasa? Ya tiene nombre y en Estados Unidos y Europa se multiplican los casos entre profesionales jóvenes: se llama «síndrome de la vida ocupada».
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Así le llamaron un grupo de investigadores del centro de estudios de Glasgow a los síntomas que se empiezan a ver entre los jóvenes profesionales pasados de estrés y sobrecargados de información. Olvidos y falta de concentración, a la orden del día. Dos caminos: ¿psicofármaco o cambio del estilo de vida? Preferimos la segunda opción. A continuación, algunas recomendaciones:
- Organízate y trata de salir del caos mental en el que vives, y no pretendas hacer más actividades de las que puedes hacer. Haz una lista de prioridades y no te sobrecargues.
- Elige tiempo para ti: en algún momento del día es necesario refugiarse en un rato de paz y tranquilidad. Un café, un libro, un poco de música, un rato de tv. Lo que te guste. Pero, en algún rincón de una jornada estresante, detente y elígete.
- Come ¨bien¨: una dieta a base de frutas y verduras brinda más energía al organismo y nos predispone a estar de mejor ánimo para encarar el día.
- Cuida tus horas de descanso: es importante tener una conducta adecuada de sueño. La rutina ayuda mucho: aunque te cueste, al menos en la semana trata de establecer un horario de fin del día. Dormir al menos siete horas es fundamental para que el sueño repare un día agotador.
- Procura cerrar tu jornada laboral. Trata de responder los menos posibles email y asuntos de trabajo después de la jornada. La carga psicológica y emocional de estar siempre alerta genera altos niveles de estrés y afecta la salud y los vínculos personales.
- Ejercítate. Hacer ejercicio físico ayuda a liberar la tensión acumulada y a generar endorfinas. Además, es ideal para cuidar la salud y mantener un buen peso.
- No te aísles: cuando vivimos a mil solemos cancelar todo lo que tiene que ver con momentos de ocio. Encuentros con amigas, cine, almuerzo con la pareja… Muchas cosas quedan de lado en favor de supuestas urgencias y cosas importantes. ¡Error! Tu semana debe tener espacios de socialización y placer.
Por último, es importante saber que es perjudicial si solo estamos ocupados atendiendo a las obligaciones, al trabajo o a las cosas que consideramos que tenemos que hacer por responsabilidad y no dejamos espacios para otras actividades. Por eso también es importante ocupar una parte de nuestro tiempo en relaciones personales tan necesarias e imprescindibles para nuestra vida como el simple hecho de quedar con alguien y vivir el aquí y ahora.
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