Rusia ha exigido a los gigantes de internet y de las redes sociales Facebook, Twitter y Google que deje de bloquear el acceso a medios rusos y a un filme en YouTube sobre el atentado terrorista en una escuela de la ciudad de Beslán, en Osetia del Norte, en 2004 que costo la vida a más de 300 personas.
El regulador ruso de medios de comunicación, Roskomnadzor, recordó a estas multinacionales estadounidenses que el 22 un tribunal declaró las restricciones impuestas por Google en YouTube al acceso de los ciudadanos rusos a un documental sobre la tragedia de Beslán como "acto de censura", señaló la agencia Interfax.
También señaló que "actualmente estas empresas de internet restringen el acceso a materiales de unos 20 medios rusos", entre ellos la agencia estatal RIA Nóvosti, los medios estatales para el exterior del Kremlin Russia Today y Sputnik, así como Rossía 1.
La decisión del tribunal sobre el documental "Beslán" aún no es firme y puede ser apelada, algo que Google pretende hacer, según indicó a Interfax.
El filme sobre el atentado terrorista el 1 de septiembre de 2004 en una escuela de Beslán fue difundido el 3 de septiembre por el canal estatal Rossía 1.
El autor de la cinta, Alexandr Rogatkin, dijo en el anuncio del documental que quiso mostrar "pruebas únicas sobre los rehenes y los comandos que salvaron a los niños".
En el atentado fallecieron casi dos centenares de niños.
Después, la plataforma de vídeos de Google, YouTube, impuso restricciones al acceso del filme con el argumento de que contenía escenas de violencia o crueldad.
Hace 16 años un comando chechén atacó la escuela Nº 1 de Beslán durante la ceremonia de inauguración del año escolar; se atrincheró allí con cerca de 1.200 rehenes, y exigió la retirada de las tropas rusas de Chechenia.
Según la investigación oficial, el 3 de septiembre, 52 horas después de que comenzara el secuestro y tras la detonación de dos bombas instaladas por los terroristas en el gimnasio de la escuela, comenzó una improvisada operación de rescate, en la que se usó armamento pesado, lanzagranadas y lanzallamas.
De acuerdo con los certificados de defunción, todos los rehenes murieron a consecuencia de la explosión de dichas bombas, pero los testimonios de los superviviente rebaten esa versión.
Los familiares de la víctimas, tras agotar todas las instancias judiciales en Rusia, llevaron el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en abril de 2017 condenó a Moscú por no haber protegido el derecho a la vida de las víctimas del secuestro.
Rusia fue condenada, además, a pagar tres millones de euros en indemnizaciones.