Chile y Uruguay son los mejores países de Sudamérica para hacer negocios en 2019, según un ránking publicado por la revista estadounidense Forbes.
Sobre un total de 161 países analizados por Forbes en cuento a su posibilidades de negocios en 2019, Uruguay ocupa el segundo puesto en Suramérica, detrás de Chile, y por delante de Brasil, Argentina y Paraguay, que se sitúan en los puestos tercero cuatro y quinto, respectivamente.
Esta revista especializada en finanzas y negocios fundada en 1917 determina también que en el conjunto de Latinoamérica los destinos preferibles para hacer negocios en el nuevo año son Chile, Costa Rica, México, Uruguay, Perú, Colombia, Brasil, Argentina, República Dominicana, Guatemala, Ecuador y Paraguay, por este orden.
En el conjunto de los 161 países evaluados por Forbes, Chile ocupa el puesto 33, Costa Rica el 48, México el 54, Uruguay el 58, Perú el 64, Colombia el 67, Brasil el 73, Argentina el 76, República Dominicana el 91, Guatemala el 97, Ecuador el 99 y Paraguay el 114, Honduras el 120,Bolivia el 128 y Nicaragua el 135.
Forbes destaca que Chile es un país caracterizado por un alto nivel de comercio exterior y una reputación de instituciones financieras sólidas, así como una política consistente que le ha otorgado la calificación de bonos soberanos más sólida de Suramérica.
Las exportaciones de bienes y servicios de Chile representan aproximadamente, según Forbes, un tercio de su Producto Interior Bruto (PIB) y los productos básicos el 60% del total de las exportaciones. El cobre es la principal exportación de Chile y proporciona el 20% de los ingresos del Gobierno.
Sus principales datos macroeconómicos son un PIB de 277 billones de dólares a diciembre de 2018, con un crecimiento del 1,5%; un PIB per cápita de 15.300 dólares; una relación entre balanza comercial y PIB negativa, del -1.5%; una población del 17,9 millones, una relación entre deuda pública y PIB del 24%, un desempleo del 6,7% y una inflación del 2,2%.
Sobre Uruguay, la revista económica estadounidense resalta que este país austral tiene una economía de mercado libre caracterizada por un sector agrícola orientado a la exportación, una fuerza laboral bien educada y altos niveles de gasto social.
También señala que ha buscado expandir el comercio dentro del Mercado Común del Sur (Mercosur) y con países que no son miembros de este bloque y que su presidente, Tabaré Vázquez "ha mantenido una combinación de políticas pro mercado y una fuerte red de seguridad social".
Tras las dificultades financieras a fines de la década de 1990 y principios de la década de 2000, el crecimiento económico de Uruguay promedió un ocho por ciento anual durante el período 2004-2008, añade Forbes.
La crisis financiera mundial de 2008-2009 frenó el vigoroso crecimiento de Uruguay, que se desaceleró al 2,6% en 2009. Sin embargo, el país evitó una recesión y mantuvo las tasas de crecimiento positivas, principalmente a través de un mayor gasto público e inversión.
El crecimiento del PIB alcanzó el 8,9% en 2010, pero se desaceleró notablemente en el período 2012-2016 como resultado de una nueva desaceleración de la economía mundial y de los principales socios comerciales de Uruguay y sus contrapartes del Mercosur, Argentina y Brasil. Las reformas en esos países deberían dar un impulso económico a Uruguay, subraya Forbes.
El PIB de Uruguay a diciembre de 2018 es de 59 billones de dólares, con un crecimiento del 2,7%; su PIB per cápita 16.200 dólares; la relación entre su balanza Comercial y el PIB es del 1,5%; su población 3,4 millones; la relación entre deuda pública y PIB 66% el desempleo el 7,6% y la inflación el 6,2%.