El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, ordenó este miércoles que a partir del 16 de agosto las agencias del Gobierno requieran a todos sus empleados que trabajen de forma presencial estar debidamente vacunados contra el coronavirus, ante el alza de contagios registrada en los últimos días.
A través de una orden ejecutiva también se recomienda a los municipios, a la Rama Judicial y a la Rama Legislativa, así como a patronos privados que sigan el ejemplo.
Quedan exentos los empleados cuyo sistema inmune esté comprometido, que sean alérgicos a las vacunas o tengan alguna otra contraindicación médica que impida la vacunación.
Esto deberá ser certificado por un médico autorizado en Puerto Rico.
Además, el médico deberá indicar la duración de la contraindicación médica. Una vez esta cese, la persona tendrá que cumplir con el requisito de vacunación.
Por otro lado, se permite a los funcionarios, a manera de excepción, a no vacunarse por motivos religiosos siempre y cuando la vacuna vaya en contra de los dogmas de la religión del empleado.
Para cumplir con esta excepción, el empleado deberá presentar una declaración jurada junto al ministro de la religión o secta que certifique bajo juramento y sujeto a perjurio, que por causa de sus creencias religiosas no podrá ser inoculado contra la covid-19.
"Llevamos un año y medio inmersos en esta pandemia que nos ha trastocado a todos. Puerto Rico comenzó con un buen patrón de vacunaciones y es muy lamentable que haya un sector de la población, que, aun teniendo los recursos disponibles, no se hayan vacunado salvo aquellos que por razones médicas o motivos religiosos se vean impedidos de hacerlo", dijo en rueda de prensa Pierluisi.
"En vista de esta situación, y teniendo como norte la salud de todos los puertorriqueños que trabajan en agencias de gobierno y los que acuden a realizar trámites de diario, firmé esta Orden Ejecutiva porque la vacunación es la solución", reiteró, tras subrayar que existen precedentes y base legal para exigir la vacunación lo que fue respaldado por el Departamento de Justicia federal.
En la isla han fallecido desde el inicio de la pandemia 2.574 personas y hay 140 hospitalizados, 27 más que ayer, así como una tasa de positividad del 7,2 por ciento.