Eladio Hernández De la Rosa, José Hoepelman Santana, Miron Alexander Melo y Noel De la Rosa en Entre Adutos / Foto rtjaime.
Los psicólogos clínicos José Hoepelman Santana, Miron Alexander Melo y Noel De la Rosa consideraron que la maldad y el bien coexisten en una persona, pero que ésta no nace mala ni buena, sino que es el entorno y la sociedad en vive que la moldea y le forma voluntades y pensamientos hacia uno o el otro comportamiento.
Dilucidaron el tema en el programa Entre Adultos, que produce el doctor Héctor Guerrero Heredia y conduce el también psicólogo clínico Eladio Hernández De la Rosa por ZTV en YouTube y la Z101-3 FM.
Hoepelman Santana explicó que la maldad está asociada al engaño, la traición y la injusticia, mientras que la bondad es la buena acción del individuo, que también puede no accionar o callar si con esa actitud beneficiaría a alguien.
Para Miron Alexander, ambos temas han sido de muchas disquisiciones filosóficas y de psicólogos desde la antigua Grecia.
Refirió que el psicoanálisis plantea dos instintos y dos impulsos, lo bondadoso como lo bueno o, y lo negativo como la maldad o tánato.
Sostuvo que según los pensamientos filosóficos y teóricos empíricos los dos sentimientos coexisten en el ser humano,
Dijo que los griegos planteaban que la gente nacía buena y que la sociedad la corrompía y la convertía en mala.
Manifestó que la acción maldadosa también puede autoinfligirse y perjudicarse uno mismo.
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Aclaró que una persona maldadosa no necesariamente es un delincuente o psicópata, sino que adopta ese comportamiento según el momento y las circunstancias.
Sin embargo, afirma que la experiencia, la formación personal y la realidad contribuyen a que la persona adopte uno u el otro comportamiento.
De su lado, Noel De la Rosa expresó que la experiencia es lo que va definiendo el carácter del individuo y lo empuja hacia acciones malas o buenas.
Señaló que cuando se habla de la maldad, se hace referencia a daños hacia el otro y son dos temas tratados o expuestos filosóficamente en la Santa Biblia, que habla del bien y del mal.
Como parte de las teorizaciones, subrayó que el psicópata y el criminal patológico practica la maldad sin remordimiento, porque ven sus acciones como normales, y que por lo tanto el l delincuente sabe que actúa mal, porque sabe lo que hace, que comete un delito, lo disfruta y sabe las consecuencias.
Precisó que quien actúa de manera patológica y causa daños entonces es un individuo con problemas de comportamiento que requiere de atención especializada.
Opinó que la maldad nunca debe ser una opción para las personas.
En cuanto la visión externa, es decir, de otros individuos hacia el comportamiento del otro, argumentó que esto es relativo, porque mientras unos consideran malo a un sujeto que actúa mal, por los daños que causa, otros lo estiman bueno, porque contribuye a solucionar males o resolver problemas de la gente.