El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo este domingo que la lucha contra el coronavirus en su país, que suma 27 casos, no ha sido fácil, pero que "lo más difícil está por venir" y le pidió a la población que permanezca en su casa.
"Esto no es fácil, es difícil y lo más difícil está por venir, pero estoy seguro que todos juntos, aportando cada quien el mejor de sus esfuerzos, siendo disciplinados, poniendo cada quien su parte, vamos a salir adelante", enfatizó Hernández en cadena nacional.
Señaló que el coronavirus tiene "de rodillas al mundo" y pidió a los hondureños que aprendan de lo ocurrido en Europa y Estados Unidos para evitar el avance del COVID-19 en el país centroamericano, que hoy reportó un caso más, con lo que se elevan a 27 el total de contagios
El gobernante recordó que hace diez días Honduras tomó "una decisión difícil, dura", la de enfrentar este virus de "manera estricta, sé que ha sido la más difícil, pero la más segura para aprender de lo que había ocurrido en otros países".
MEDIDAS DURAS
Dijo que la medidas establecidas por el Gobierno han permitido "ganar tiempo y "permiten ver de qué manera nos preparamos". "Sé que estamos pagando un precio alto, no es fácil estar confinados, encerrados", añadió.
Hernández destacó que la economía de Honduras está "deteriorándose", pero dijo estar seguro de que las medidas le ha permitido al Gobierno también identificar acciones orientadas a "estimular la producción masiva de alimentos y asegurar la cadena de transporte" para que los productos lleguen a la población.
El gobierno además busca medidas para abrir las farmacias y abastecer combustibles para la producción de alimentos, así como el abastecimiento de estos productos a los diferentes negocios.
"No ha sido fácil porque esta lección la estamos aprendiendo todos los días. Sé que estas medidas no gustan a todos, pero de lo que se trata es de salvar vidas y que aprendamos a cambiar nuestro patrón de conducta, privilegiar las medidas sanitarias", subrayó.
DENGUE Y COVID-19: "COMBINACIÓN LETAL"
Instó a los hondureños a ser "más estrictos en cuanto a la higiene, y no solo la higiene que permita combatir el coronavirus, sino también el dengue, porque esa es una combinación letal".
El gobernante anunció que a partir de este miércoles el gobierno comenzará a atender a 800.000 familias, dándole prioridad a las más necesitadas de Tegucigalpa, Choluteca, La Ceiba y San Pedro, las regiones que más de COVID-19 reportan.
Dijo desconocer hasta cuándo va a durar la crisis por el coronavirus, pero si "sabemos que ocurrió cuando un país tomó decisiones fuertes, duras, y también saquemos que pasó cuando los países se relajaron, cuando las personas no siguieron los protocolos".
Exhortó a los hondureños a que "por sus hijos" sean "disciplinados" y se queden en casa como una medida para frenar la expansión de la enfermedad, y les recordó que el toque de queda absoluto se mantiene hasta el próximo domingo.
Destacó la "labor extraordinaria" que realizan las fuerzas del orden y organismos de socorro, así como la del personal sanitario.
PROTEGER EMPLEOS
El jefe de Estado señaló la importancia de "proteger" los puestos de trabajo, lo cual "no es fácil" debido a que la economía está "estancada", por lo que es necesario hacer "un esfuerzo" entre todos los sectores.
Este lunes se reunirá con dirigentes del sector obrero, social, así como se reunió hoy con los empresarios de Honduras, para poder "construir una hoja de ruta" para evitar que los trabajadores pierdan su fuente de ingresos.
Asimismo, le pidió a la población cuidar a los adultos mayores y aseguró que "de la mano de Dios y haciendo cada quien su parte, vamos a salir adelante".