Jair Bolsonao | Foto: EFE/Sebastião Moreira
El estado de salud del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, mejoró tras la cirugía abdominal a que fue sometido el domingo, la cuarta desde que fue acuchillado hace un año en un mitin electoral, pero el gobernante sigue alimentándose por vía intravenosa y con las visitas restringidas.
Bolsonaro "presenta evolución clínica favorable. Sin dolor, sin fiebre y con recuperación progresiva de los movimientos intestinales", según el boletín divulgado este jueves por el Hospital Vila Nova Star, el centro médico privado en que está internado desde el sábado.
El boletín agrega que los resultados de los exámenes que se le practican diariamente muestran que sigue estable, que mantuvo la fisioterapia respiratoria y motora que inició el lunes y que la herida de la operación está con buen aspecto, según pudo ser constatado cuando se le renovó el curativo quirúrgico.
Pero advierte que "permanece con sonda nasogástrica (para drenar líquidos y aire del intestino), en ayuno oral y con alimentación parenteral (con suero vía intravenosa)" y que los médicos decidieron mantener la restricción de visitas, por lo que solo puede recibir a sus familiares.
Pese a que Bolsonaro había iniciado el lunes una dieta líquida, con agua, te, gelatina y caldo, los médicos decidieron sustituirla el martes nuevamente por la alimentación intravenosa con suero tras confirmar una fuerte disminución de los movimientos intestinales y una distensión del intestino.
"No fue un retroceso sino una consecuencia normal y atrasada de la cirugía. El intestino se paraliza cuando llega a su máxima inflamación. El presidente salió de la cirugía sin problemas y por eso no le pusimos sonda gástrica, pero el martes el intestino se distendió y por eso se la pusimos y le suspendimos la dieta oral", explicó el cirujano Antonio Macedo, jefe del equipo que operó al presidente, en rueda de prensa.
El médico agregó que la sonda permitió drenar bastante aire y líquidos acumulados en el intestino el miércoles pero que ya casi no retira nada, por lo que probablemente el problema ya está resuelto.
"Probablemente este mismo jueves o en la mañana del viernes le podemos retirar la sonda y permitirle que vuelva a la dieta líquida, pero no hay una hora prevista para eso", agregó Macedo.
El portavoz de la Presidencia brasileña, Otavio do Rego Barros, afirmó que, a no ser de que los médicos recomienden otra cosa, Bolsonaro reasumirá su cargo el viernes como estaba previsto, ya que el decreto por el que el vicepresidente Hamilton Mourao ejerce interinamente la Presidencia vence este jueves.
"Si a partir de los análisis médicos identificamos algún inconveniente para que ejerza el cargo con efectividad, naturalmente habrá una postergación del momento en que reasumirá la Presidencia, pero por el momento no está previsto un aplazamiento y el cambio se mantiene para el viernes", aseguró Rego Barros.
Agregó que, pese a que los médicos han recomendado que Bolsonaro permanezca hospitalizado por lo menos hasta el domingo, el mandatario podrá ejercer normalmente la Presidencia desde un gabinete que fue montado en el hospital hasta que reciba el alta.
La cirugía del domingo tuvo como objetivo corregir una hernia surgida por el debilitamiento muscular provocado por las tres operaciones anteriores en el abdomen y fue la cuarta desde que Bolsonaro fue acuchillado el 6 de septiembre del año pasado, cuando participaba en un mitin electoral en la ciudad de Juiz de Fora.
Las dos primeras operaciones fueron realizadas cuando el líder ultraderechista aún estaba en campaña electoral y la tercera, para la retirada de una bolsa de colostomía, en enero, pocos días después de asumir el mandato.
El autor del ataque a Bolsonaro, Adelio Bispo, fue detenido el mismo día, pero en junio de este año la Justicia lo absolvió por considerarlo no imputable por sus problemas mentales.
