El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este miércoles con una subida del 3,7 %, hasta los 43,25 dólares el barril, su máximo en cinco meses, motivada por las estimaciones sobre un importante descenso de los inventarios de crudo de Estados Unidos.
A las 09.04 hora local (13.04 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en septiembre sumaban 1,55 dólares con respecto al cierre de la sesión previa del martes.
El barril de referencia estadounidense avanzaba gracias a las estimaciones del Instituto Estadounidense del Petróleo (API en inglés), que calculó un importante descenso de los inventarios de 8,6 millones de barriles la semana pasada.
Esa estimación superó ampliamente las expectativas de los analistas, que esperaban una caída de entre tres y cuatro millones de barriles.
Los datos oficiales se conocerán a lo largo de este miércoles, cuando los haga públicos la Administración de Información Energética, que depende del Gobierno federal.
"Un sentimiento alcista se justifica hoy por las noticias respecto a los inventarios en Estados Unidos, pero creemos que los inversores optimistas se tendrán que contener en los próximos días, cuando la pandemia del COVID-19 vuelva a ser el centro del escenario", apuntó en una nota el jefe de mercados petroleros de la consultora Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen.
Este analista añadió asimismo que todavía quedan por calibrar los efectos de la vuelta de cierta producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), parcialmente paralizada por el histórico recorte de 9,7 millones de barriles por día (bpd) que estuvo vigente hasta julio y que ahora se reducirá hasta aproximadamente los 7,7 millones de bpd.
Por otro lado, también apoyaban los precios del "oro negro" los avances en el Congreso entre demócratas, republicanos y la Casa Blanca en la negociación del nuevo paquete de estímulos que busca apuntalar la recuperación económica y paliar los efectos devastadores del virus en la economía de Estados Unidos.