Narciso Isa Conde | Foto: Kelvin de la Cruz
Cada vez menos personas se tragan el cuento de que Bin laden y Al Qeda derrumbaron la Torres Gemelas.
Está claro si que ese hecho horripilante le sirvió a George Bush hijo para declarar la “guerra global infinita”, comenzando por invadir Afganistán, sembrando muerte y destrucción en ese país.
Entonces los dirigentes del PRSC, PRD, PLD y sus aliados de las derechas se alinearon con Bush/USA.
Frente a las invasiones y bombardeos a Irak, que provocaron más de un millón de muertos, las masacres en Palestina y Líbano, la brutal agresión a Libia, la guerra de la Otan en la ex Yugoslavia… siempre guardaron silencio, sinónimo de complicidad.
Los Leonel, Hipólito, Quique Atún, Miguel Vargas, Wessin, Peña Guaba y Abinader se tragaron la legua.
Más recientemente, en un caso tan grave como las sucesivas agresiones militares a Siria, procedieron de igual modo.
Hipólito envió tropas dominicanas a Irak para apoyar la invasión de USA y Otan.
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Abinader, Quique, Wessin… ni siquiera por su origen árabe se conduelen de las atrocidades que cometen USA e Israel contra los pueblos árabes y el mundo islámico.
En el caso venezolano la mayoría de ellos se han colocado del lado de Trump y Guaidó.
Leonel y Danilo se chuparon Petrocaribe y han sido incapaces de condenar las fechorías de Trump y Pompeo contra la Venezuela bolivariana. Algo parecido hacen sus partidos con lo del golpe a Evo y las atrocidades en Chile.
Respaldaron y siguen clamando por la intervención yanqui en Haití, sin descansar en todo lo que es fomento del racismo y la xenofobia.
A viejas evasiones, se agrega el caso Soleimani
El rosario de culpas de estos señores en cuanto a silencios, apoyos y complicidades a aplastamiento de soberanías, guerras de agresión, terrorismo de Estado, masacres, torturas y asesinatos a cargo de Bush, Clinton, Obama y Trump, es realmente impresionante.
Igual actitud han asumido esas mismas agrupaciones políticas, sus dirigentes y candidatos presidenciales -agregados Gonzalo Castillo y comparsa- frente a un hecho muy cercano en el tiempo, realmente horrendo: el asesinato premeditado en un tercer país, a miles de kilómetros de distancia, del general iraní Solelmani y una parte de sus compañeros, con todas sus graves consecuencias.
Violación de soberanías, terrorismo de Estado en otros países, asesinatos simultáneos, negación del derecho a la vida y a la paz, “le vale verga” a estos negociantes de la política, empeñados en el respaldo de sus amos imperiales.
Son sumisos, dóciles, complacientes o pusilánimes
Están atiborrados de miedo frente a Trump y Pompeo.
Carecen de dignidad y decoro.
Temen perder la visa o ganarse el veto gringo en sus correrías politiqueras.
Y dicho esto, procede sugerirle al Frente Amplio/Fidel Santana y Alianza País/Guillermo Moreno/Minou que se apuren en romper el silencio y en condenar ese crimen de USA para diferenciarse un poquito de esa partidocracia sumisa, aun sea desde su conocida postura ya muy distante de las izquierdas consecuentes.
Y a los que proclamándose de izquierda, siendo simplemente de centro, liberales, progresistas o demócratas/reformistas con disfraz de izquierda, proponerle que se dejen de presentar ese hecho criminal como una “locura” o una “maniobra electoral/reeleccionista” de TRUMP y acepten que se trata de un componente más en la cadena de guerras y agresiones Pentágono/Cia, que forman parte de una nueva fase de la guerra global imperialista encabezada por USA.
Y si por eso le quitan las visas, que no se sienta humillados/as, sino orgullosos/as.
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