La alianza que forman la OPEP y un grupo de países petroleros, especialmente Rusia, decide mañana si mantiene su plan de elevar con cuentagotas su bombeo o si, finalmente, reacciona a las presiones de Occidente para que abra los grifos y contribuir así a reducir los precios de la energía.
En principio, todo apunta a que los ministros de los 23 países que forman la conocida como OPEP+ mantendrán la estrategia de elevar cada mes sus exportaciones en unos 400.000 barriles al día, un plan que comenzó en agosto de 2021 y que debería concluir el próximo diciembre.
El plan es recuperar hasta entonces el nivel de bombeo de antes de la crisis de la covid, que se recortó drásticamente hace dos años ante la caída de la demanda provocada por la pandemia.
Pero ese lento aumento de la producción choca con la necesidad de grandes países consumidores de crudo de combatir la creciente inflación, en la que el precio del petróleo juega un importante papel, y que se ha exacerbado con los problemas de suministro generados por la invasión rusa de Ucrania.
De hecho, la OPEP ya advirtió a mediados de mayo que las sanciones a Moscú por su ataque a Ucrania afectarán a su capacidad exportadora y calculó que Rusia, el segundo mayor productor del mundo, suministrará este año de media un 7,5 % de crudo menos de los previsto hace tres meses.
Esa tendencia tendría que agravarse tras la aprobación por parte de la Unión Europea de un plan para vetar, antes de que termine el año, las compras del crudo ruso que llega por vía marítima.
De hecho, el diario Wall Street Journal publicó hoy que varios países de la OPEP estarían estudiando sacar a Rusia del acuerdo y eximirle de cumplir su cuota, para que otros miembros del club pudieran poner más crudo en circulación.
El precio del barril de petróleo Brent para entrega en julio ha reaccionado hoy con una fuerte caída y hacia el mediodía oscilaba en torno a los 117 dólares, un 4,5 % menos que al cierre de ayer.
El Secretariado de la OPEP, que se encarga de ejecutar las decisiones que toman los 13 países miembros, no contestó a las preguntas de Efe sobre la información del medio estadounidense.
Ese rumor sobre una ruptura en la alianza que encabezan Rusia y Arabia Saudí, líder natural de la OPEP, quedó hoy desmentido, al menos de cara a la galería, con la reunión que mantuvieron los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y Arabia Saudí, Faisal bin Farhan.
En una nota conjunta, los dos destacaron el "efecto estabilizador que ejerce en el mercado mundial de hidrocarburos la estrecha coordinación entre Rusia y Arabia Saudí", el segundo y el tercer mayor productor de crudo del mundo.