El oficialismo boliviano minimizó este viernes las protestas de oposición y plataformas ciudadanas contra la candidatura del presidente de Bolivia, Evo Morales, mientras que la oposición destacó la participación espontánea de la ciudadanía que asegura que también se hará escuchar en las urnas.
El presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Víctor Borda, manifestó que los candidatos de oposición para las elecciones generales en octubre deben entender que "no es tiempo de solo levantar las manos o batir las banderas", sino de generar propuestas.
"Es el momento en que los partidos políticos respondan al pueblo boliviano respecto a las propuestas de Gobierno", señaló Borda, en declaraciones a los medios.
Este pasado jueves marchas y concentraciones en las principales ciudades del país recordaron el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que más del 50 por ciento rechazó que Morales concurra a un cuarto mandato, aunque el presidente fue habilitado posteriormente tras una sentencia del Tribunal Constitucional.
La presidenta de la Cámara de Senadores de Bolivia, Adriana Salvatierra, declaró a los medios que cada año "asiste menos gente" a estas movilizaciones de cada 21 de febrero, ya que son "estructuras partidarias las que deciden movilizarse y dejan de lado el carácter ciudadano".
Salvatierra agregó que esperaba que la oposición boliviana en esa fecha diera "un salto cualitativo" y presentara sus proyectos para el país, "que anuncien qué es lo que van a hacer con la economía de Bolivia".
Por contra, el candidato opositor Óscar Ortiz, que lidera la alianza Bolivia Dice No, expresó que el jueves miles de ciudadanos le expresaron a Morales que "nadie va a poder enterrar la voz del pueblo" y que su candidatura es "ilegítima e ilegal".
Ortiz manifestó a los medios que trabajará con su alianza para "convertir el no en votos en las urnas y asegurar en las elecciones de octubre "ese cambio que quiere el pueblo boliviano".
Asimismo, indicó que su alianza trabajará "incansablemente" para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) trate la denuncia que presentó en diciembre del año pasado sobre el fallo constitucional que habilita la repostulación de Morales.
El 21 de febrero de 2016 un 51,3 por ciento de los votantes rechazó que Evo Morales pudiera concurrir a un cuarto mandato, pero en 2017 el Tribunal Constitucional de Bolivia reconoció el derecho a la reelección indefinida.
El órgano electoral habilitó la candidatura a finales de 2018 con base en ese fallo del Constitucional y el pasado enero fue una de las avaladas por los militantes en las primarias celebradas por primera vez en el país, junto a otras ocho de la oposición.
Evo Morales, el presidente con más tiempo en el poder en la historia de Bolivia, aspira a un cuarto mandato hasta 2025.
El Constitucional ya autorizó para un tercer periodo a Morales, en el poder desde 2006, al entender que el primero no contaba porque el país se refundó en 2009 de República a Estado Plurinacional.