Por Antonio Torres del Cerro
Implicado en 13 de los 21 goles del PSG en los primeros cuatro encuentros de la temporada. Máximo anotador y mejor asistente en la Liga. El brasileño Neymar tritura estadísticas en el inicio de curso, a pesar de los rumores que lo situaban fuera del club y de tensiones -aparentemente ya superadas- con Kylian Mbappé.
El Neymar competidor ha salido a relucir cuando, ya rebasada la treintena, muchos esperaban su decadencia. El rebelde delantero se empeñó en responder de nuevo a sus críticos este domingo ante el Lille: dos tantos y tres pases de gol en un inapelable 1-7.
Ya son cinco dianas y seis pases en tres jornadas de Liga, números que se suman a los dos aciertos en la final de la Supercopa ante el Nantes (4-0). ¿Alguien da más? No.
Y eso que los indicios podían llevar a pensar en un irreversible declive del jugador. El PSG se planteó en junio venderle para renovar un equipo que tuviese menos vedettes mientras daba plenos poderes a Mbappé. Y hace menos de dos semanas, se quedaba fuera de la carrera del Balón de Oro después de encadenar nueve nominaciones en la última década.
Antes de arrugarse, todas estas circunstancias adversas han estimulado a Neymar, más implicado que nunca. La prensa francesa, tan crítica con las actitudes del jugador como la hinchada parisina, no ha tenido más remedio que levantarse el sombrero.
L’Équipe, el diario deportivo de referencia en Francia y uno de los organizadores del Balón de Oro, le ha otorgado una media que roza el sobresaliente: un 8,5 en los cuatro encuentros oficiales.
Ante el Lille, campeón de Francia en 2021, Neymar también demostró que las rencillas con Mbappé están -en apariencia- olvidadas. Sirvió al francés en dos ocasiones y los abrazos entre ambos regresaron, al término de una semana de tensión que amenazaba con socavar el ambiente del vestuario.
El fin de semana pasado, Mbappé no había encajado bien que el brasileño hubiese lanzado un segundo penalti en la goleada ante el Montpellier (5-2). Y aún menos le había agradado los "me gusta" que Neymar dio a los seguidores que le consideraban mejor tirador que Mbappé.
Hace cinco años, cuando el internacional "canarinho" había fichado por el PSG a cambio de 222 millones euros -el todavía fichaje más caro de la historia-, tuvo un rifirrafe parecido con el uruguayo Edinson Cavani en el que fue bautizado como "penalti-gate".
GALTIER, ENCANTADO CON NEYMAR
A pocos meses del mundial de Catar, el número 10 del PSG se reivindica cada jornada como un pilar imprescindible, aunque públicamente no tenga el cartel de "intrasferible".
En un club en el que la voz del entrenador no siempre es tenida en cuenta, Christophe Galtier volvió a elogiar a su pupilo, por delante de las otras dos puntas del tridente ofensivo, Mbappé y Leo Messi.
"De los tres de delante, Ney es quien da más equilibrio. Da volumen al juego e intensidad".