Los padres de una menor de doce años volvieron a querellarse este lunes en el Palacio de Justicia de Santiago, al norte del país, puesto que desde mayo pasado aguardan por una sentencia ante el supuesto abuso sexual cometido entre tres compañeros de clase de su hija.
Según la versión ofrecida por los padres al noticiero local Cadena de Noticias, dos de los acusados son menores de edad, estudiantes del Centro Educativo Los Cagüeyes en el municipio de Jánico, mientras que el tercero es un adulto que se presume prófugo de las autoridades.
"Lo tenían como una rutina, porque hay más casos, lo que pasa es que eso está callado", dice la madre, quien "por seguridad", no quiso ser identificada aunque cuenta con los audiovisuales que evidencian el delito.
Tras descubrir lo sucedido el 19 de mayo, los progenitores de la niña acudieron a las autoridades competentes, sin embargo a la fecha no hay detenidos, pues habían apresado a uno de los jóvenes para, al poco tiempo, dejarlo en libertad bajo alegato de insuficiencia de pruebas.
Con relación a esa situación, el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes decidió enviar a los individuos que presuntamente participaron en el hecho, al Consejo Nacional de la Niñez "para que sea ese organismo el que tome las medidas".
Los padres argumentan también que los estudios clínicos realizados a la víctima indican que esta estaba siendo abusada desde hace más de un año.
El abogado de la defensa explica que, aunque han depositado otra querella contra el adulto involucrado en el delito, continúan a la espera de que el Tribunal de Violencia de Género accione "frente una denuncia de tal magnitud".
Explican que se han querellado además ante el Ministerio de Educación (MINERD) pues describen el citado centro educativo como "un lugar donde impera la violencia y el desorden", pero tampoco han recibido respuesta.
"No es justo, no es posible que ningún padre tenga que vivir esta pesadilla, tenga que pasar por esta situación que nosotros estamos pasando", se lamenta la mujer, asegurando que lo que busca es evitar que el crimen sea cometido con otra persona.