El escritor argentino Martín Caparrós sostuvo en Bogotá que "la idea del castellano neutro es un sueño húmedo de los editores", al reivindicar la amplitud del idioma en América Latina después de haber utilizado una gran cantidad de expresiones propias de su país en más de 30 novelas publicadas.
"No existe el castellano neutro porque llega un momento en el que inevitablemente uno tiene que decir que una chica tiene una pollera o una falda. No hay neutralidad", señaló durante el coloquio "Patria y fútbol", que compartió junto al periodista colombiano Santiago Rivas.
"Hablando de la época del tango hubiera sido muy falso hacerlo con otro lenguaje. Ese es el lenguaje de esa época", dijo Caparrós (Buenos Aires, 1957), que participa en la XXXII Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), merced a su más reciente obra, "Todo por la patria".
En esta novela policíaca, el argentino sitúa a sus lectores en la Buenos Aires de los años treinta del siglo XX, en donde Andrés Rivarola, un bohemio amante del tango emprende una ardua búsqueda para encontrar al desaparecido Bernabé Ferreyra, delantero estrella del club River Plate.
Caparrós, que describe esta historia como una obra situada en "la época en la que el tango estaba vivo", la misma en la que los jóvenes "demostraban su rebeldía" al cantarlos o escribirlos, resalta que el contexto social en el que se desarrolla su obra es muy similar a la América Latina de la actualidad.
"Un rockero de entonces o un rapero de entonces era un tanguero", indicó el escritor, que incluyó una serie de tangos originales para acompañar las andanzas de Rivarola durante su travesía.
Al igual que Caparrós, este género musical que es una pasión arraigada de la cultura argentina, también ha brindado homenajes al mítico Ferreyra.
Los tangos "La Fiera" (1932), de Francisco Laino y Miguel Padula, así como "El sueño del pibe" (1942), por Reinaldo Yiso y Juan Puey, entre otros, son muestra del eterno aprecio por el exfutbolista que fue uno de los jugadores más destacados de Argentina en la primera mitad del siglo XX.
Sin embargo, el autor reconoció que elegir a Ferreyra para dar pie a su obra "no fue fácil de sostener" debido a la naturaleza histórica del mítico delantero del River Plate, siendo él (Caparrós) un hincha confeso de su acérrimo rival, Boca Juniors.
A lo largo de "Todo por la patria", el autor enfrenta a Rivarola con situaciones sociales que le hacen dar cuenta del crecimiento de un nacionalismo exacerbado y el intento de construcción de una patria convulsa por el flujo migratorio de inicios del siglo XX.
"En ese caso (el de Argentina), empezó a haber una gran reivindicación nacionalista (…) cuando los dueños de las grandes fincas vieron que llegaban una gran cantidad de 'patasucias', como le decían ellos, que venían con pretensiones", detalló Caparrós.
Para el escritor, el nacionalismo no es más que un "invento de los dueños de la tierra contra la avalancha de extranjeros", pero también es consciente de la vuelta con gran fuerza de esa problemática en la sociedad latinoamericana, casi un siglo después de la época en la que se sitúa su obra.
El sutor argentino también se mostró preocupado por otras situaciones desagradables de ese tiempo que han vuelto a aflorar en los últimos años, como el recrudecimiento de las ideologías fascistas, así como el aumento de la pobreza extrema en la región latinoamericana.
Por esta razón, en su obra rememora la época tan difícil que llegó a vivir su país en las primeras décadas del siglo XX, pero sin alejarse de la tribulación que vive su nación por estos días.
Por último, el escritor indicó que tiene "ganas de seguirla", en referencia a la continuación de esta obra, y añadió que "cuando tenga tres meses seguidos" se pondrá a hacerlo.
Martín Caparrós, ganador del Premio Herralde de novela 2011 por "Los Living", también ha obtenido el Planeta Argentina por "Valfierno" en 2004 y el Premio Internacional de Periodismo Rey de España de Prensa, que le concedió la Agencia Efe y el Instituto de Cooperación Iberoamericana en 1992, entre otros galardones.
La edición número 32 de la Feria del Libro de Bogotá se extenderá hasta el próximo 6 de mayo y tendrá a Colombia como país invitado, para conmemorar los 200 años de su independencia.
Además de los pabellones dedicados exclusivamente a los libros y escritores colombianos, la organización invitó a más de 170 autores de 24 países y en total se desarrollarán 1.700 actividades que van más allá de lo estrictamente literario.