Manuel Díaz y Pedro Botello | Foto de archivo: Kelvin de la Cruz
No es nada nuevo los enfrentamientos entre el legislador de San Cristóbal Manuel Díaz, por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y Pedro Botello, de La Romana, por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), quienes dan a conocer sus diferencias durante sus labores legislativas en el hemiciclo de la Cámara de Diputados.
El primer conflicto de gran alcance en los medios de comunicación y redes sociales que se dio en la Cámara Baja fue protagonizado por el legislador oficialista Manuel Díaz, el 8 de diciembre del 2015, cuando acusó al excongresista de Monte Plata por la alianza Partido Revolucionario Dominicano (PRD)- Frente Amplio (FA), Juan Hubieres, de tener un arma de fuego dentro del hemiciclo.
Díaz acusó falsamente a Hubieres de portar un arma y este respondió sacándose la camisa y mostrando su torso desnudo para demostrar que no estaba armado.
Hubieres en esa ocasión llamó “chivato” y “calie” (se le llamaba calié a los agentes secretos de Trujillo; un chivato, un informante) al representante de San Cristóbal, lo que provocó un dimes y diretes entre ambos legisladores, donde casi se van a los puños.
Botello a Lucía Medin: "Usted es una dictadora y abusadora”
El 13 de diciembre del 2016, el diputado reformista Botello se vio involucrado en otro incidente en la Cámara de Diputados, al punto que se subió al asiento de su curul y discutió acaloradamente con la presidenta del hemiciclo durante esa fecha, Lucía Medina.
La discusión entre Medina y Botello se produjo en la sesión en la Cámara Baja, durante de la selección de las ternas para los miembros de la Cámara de la Cuentas, las cuales fueron aprobadas.
El impasse ocurrió debido a que Botello había agotado su turno previo, y quería volver hablar, cuando estaban en medio de la votación.
“Usted es una dictadora y abusadora”, vociferó el representante de La Romana, lo que provocó que Medina mandara a que el legislador fuera llamado por el Consejo de Disciplina del hemiciclo.
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Díaz ¡otra vez!
El segundo caso que de manera negativa circuló en los medios de comunicación y en las redes sociales fue el 11 de junio del 2017, fecha en que ocurrió el primer enfrentamiento verbal y casi físico entre el diputado Manuel Díaz y su homólogo Pedro Botello.
El altercado entre Díaz y Botello, que no llegó a la agresión física por la intervención rápida de otros legisladores, se produjo cuando el primero intentó quitar una pancarta de “estoy contra el aborto”, que exhibía en su curul el reformista por La Romana.
El cartelón que tenía Botello decía: “Mamá te amo, no me mates”, lo que consideró el peledeísta como una provocación a los legisladores que estaban a favor de la despenalización del aborto.
La situación se tornó tensa y la presidenta de la Cámara Diputados para esa fecha, Lucía Medina, se vio precisada a llamar la atención a los congresistas que se pararon de sus asientos para impedir el altercado entre los legisladores.
Medina recordó que el manual legislativo prohíbe ese tipo de conducta y amenazó con expulsar al que continúe con ese comportamiento.
Díaz vs. Botello
Al parecer, la “espinita” que quedaba guardada entre los diputados brotó el pasado martes 16 del presente mes, cuando estos dos legisladores protagonizaron su segundo enfrentamiento durante la solemne sesión de la fecha ante citada.
El recién escándalo ocurrió cuando Botello llamó ladrón a Díaz, durante el conocimiento de una resolución legislativa de la Cámara de Diputados que reconocerá al expelotero de las Grandes Ligas David Ortiz por sus logros en el béisbol profesional.
Botello, mientras defendía y argumentaba la presentación del informe del proyecto de resolución, fue interrumpido en varias oportunidades por otros legisladores en el hemiciclo, lo que provocó que el presidente de la Cámara Baja, Radhamés Camacho, les llamara la atención.
En tal sentido, Botello senaló que el reconocimiento a David Ortiz requería de la mayor solemnidad del hemiciclo, ya que es un hombre que ha puesto muy en alto la bandera tricolor de la República Dominicana.
“El que hable en este momento solemne después de mí… si habla para mí es un burro… si habla después de mí, entorpece esta intervención es un burro, y todo el que esté hablando es un burro, un insolente e imprudente, por su falta de solemnidad”, afirmó Botello.
No obstante, Botello llamó al diputado Manuel Díaz imprudente debido a la interrupción que realizaba, mientras que el legislador de San Cristóbal lo tildó de loco.
“Tú eres un loco viejo, Manuel Díaz, eres un loco viejo… tú eres un ladrón, tú eres un ladrón”, expuso Botello, mientras Díaz le vociferaba loco.
Ante la acolorada discusión, el presidente de la Cámara de Diputados llamó al orden al legislador Díaz en reiteradas ocasiones.
Consejo de Disciplina
Ante la falta de solemnidad en la pasada sesión, a causa de la discusión verbal entre los legisladores Díaz y Botello, el presidente de la Cámara de Diputados apoderó recientemente al Consejo de Disciplina del hemiciclo para que tome una decisión en torno al caso.
Mediante una nota de prensa, la Cámara de Diputados informó que Camacho remitió una comunicación al presidente del Consejo de Disciplina, el diputado Demóstenes Martínez, donde le solicita la apertura de un expediente disciplinario contra los dos legisladores.
La solicitud es por violación de las normas establecidas en el artículo 169, numerales 3 y 6 del reglamento interior, mediante pronunciamientos expresados y comportamientos en la sesión, incurriendo en faltas sancionables por el reglamento de la Cámara, dice el documento firmado por Camacho.
De acuerdo con el artículo 25, párrafo j, de la Cámara de Diputados, entre los deberes de los diputados está “mantener la solemnidad en el Salón de la Asamblea Nacional, el hemiciclo, los salones de comisiones y en todas las áreas del Congreso Nacional”.
En tanto que el párrafo i señala que entre los deberes está: “Evitar en sus intervenciones toda alusión personal mortificante, debiendo conservar en todo momento la moderación y decoro propios de la alta dignidad de que está investido”.
Las medidas disciplinarias de la Cámara de Diputados van desde una amonestación privada, censura pública, a otras medidas mayores.
