Latinoamérica debe cambiar sus patrones de consumo en el tema de desarrollos inmobiliarios y avanzar hacia un mercado sostenible, como medida para combatir el cambio climático y ser más eficientes en la mitigación, informaron expertos en el tema.
La presidenta del Consejo de Construcción Verde de Costa Rica, Ana Quirós, explicó a Efe que hacen falta incentivos para dinamizar al sector mobiliario para que reduzcan su huella de carbono en la región.
"Es una necesidad avanzar hacia un tipo de edificación sostenible porque en América Latina se está dando un explosión del tema de la edificación de los desarrollos inmobiliarios y hay que contribuir a que haya un mayor consumo de recursos eficientes", afirmó Quirós.
Se trata de ser mejores en la gestión de manejo de emisiones, de contaminación de aguas, de botar los desechos de construcción, pero también de elegir un buen sitio para realizar la infraestructura, implementar diseños eficientes y mantenimiento operativo.
Datos del Consejo de Construcción Verde de Costa Rica indican que de los impactos negativos al ambiente durante una edificación, en promedio un 40 % corresponde a consumo energético y un 20 por ciento a gases de efecto invernadero, entre otros.
Si las tendencias continúan de esta manera, al año 2030 en el desarrollo inmobiliario se van a duplicar sus efectos negativos en el cambio climático.
Según Quirós, una de las propuestas para la región latinoamericana es impulsar los créditos o hipotecas verdes, como un incentivo para los desarrolladores y que exista un equilibrio entre la parte ambiental, social y económica.
"El sector inmobiliario se ha quedado rezagado en la región y a nivel mundial. Es importante incluir incentivos para que ayuden a contribuir hacia esta transformación del mercado, hacia la sostenibilidad. Uno de los que ha movilizado más el cambio es la influencia del sector financiero para incidir en la cadena de valor de los proyectos inmobiliarios", destacó Quirós.
Según los expertos del sector, se deben introducir prácticas que permitan una optimización de los recursos en armonía con el ambiente y el ámbito social.
Además de contemplar la optimización de recursos por medio del ahorro que se promueve desde la elección de los productos, el diseño, la reducción de desperdicios y la eficiencia de procesos energéticos y de consumo de agua, entre otros aspectos.
El presidente de la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guatemala, Pedro Ramírez, manifestó a Efe que ha observado una tendencia de la población al exigir más conciencia ambiental al sector, por lo cual también se debe dar un cambio en el modelo de desarrollo inmobiliario.
"Actualmente el problema es que en los municipios no hay incentivos si uno quiere hacer un proyecto sostenible. Además, un edificio sostenible es más caro que uno que no lo es, pero la población también está demostrando un cambio de más consciencia ambiental y es una necesidad avanzar hacia este modelo", dijo Ramírez.
El experto añadió que Ciudad de Guatemala es muy densa, lo que va a generar un impacto "muy fuerte" en el tema urbanístico de infraestructura por la necesidad de más unidades habitacionales y centro comerciales.
"Definitivamente tenemos que prepararnos para esa expansión, las mismas instituciones privadas han ido exigiendo incorporar estos aspectos en los proyectos", explicó el guatemalteco.
Ambos expertos se encuentran en Costa Rica, en el marco del III Congreso Inmobiliario Latinoamericano que tiene como objetivo mostrar los avances del sector en materia de sostenibilidad, ética, tecnología y mercado de bienes raíces.
La actividad, que finaliza hoy, es organizada por la Cámara Costarricense de Corredores de Bienes Raíces y reúne a expertos de 18 países de América para generar un intercambio de información.