Las multitudes que abarrotaron este fin de semana las playas del condado de Orange en el sur de California (EE.UU.) han frustrado el primer intento de la zona conservadora de impulsar el relajamiento de las restricciones en el estado.
Más de 40.000 personas acudieron este sábado a algunas playas, como la de Newport; un número que podría superarse este domingo, según los medios de comunicación locales que mostraban las imágenes de los bañistas aglomerados en la arena.
La estampa fue similar a la de cualquier fin de semana de verano en el sur de California.
A comienzos de esta semana la junta de supervisores del condado de Orange votó a favor de reabrir algunas playas y zonas al aire libre, aunque sus aparcamientos seguirían cerrados.
El portavoz de Newport Beach, John Pope, dijo este domingo al periódico Orange County Register que "las multitudes de este fin de semana serán una prueba" para evaluar las medidas que se tomaron.
"Si la gente no puede adherirse a las reglas vigentes, la ciudad puede optar por cerrar las playas por completo", advirtió.
En contraste, las playas del condado de Los Ángeles, entre las que se incluyen las del famoso paseo de Santa Mónica y Venice, permanecieron vacías por la insistencia de las autoridades locales de no relajar las medidas y de mantenerlas cerradas.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, advirtió este domingo en un mensaje por Twitter: "No permitiremos que un fin de semana deshaga un mes de progreso. Si bien el sol es tentador, nos quedamos en casa para salvar vidas".
"Los lugares que amamos, nuestras playas, rutas de senderismo, seguirán allí cuando esto termine", subrayaba el jefe del ayuntamiento.
Aunque California fue el primer estado en toda la nación en imponer las ordenes de permanecer en casa y atraviesa su sexta semana de confinamiento, el gobernador Gavin Newsom se ha negado a decir cuando se podrían comenzar a relajar las medidas.
El demócrata ha sostenido en repetidas ocasiones que hasta que no se disminuyan los números de contagios, las hospitalizaciones, y que más californianos tengan acceso a pruebas, no establecerá una fecha para iniciar una reapertura lenta.
Garcetti, al igual que las autoridades del condado de Los Ángeles como del área de la Bahía de San Francisco, se ha sumado a este llamado continuando con las restricciones locales.
Mientras, las autoridades de Orange han dicho que las playas se han visto inundadas con residentes de condados vecinos que permanecieron cerrados.
"Cuando echas un vistazo a las personas que están viniendo, no solo no se adhieren a políticas más seguras de permanecer en casa en sus propias comunidades, ni siquiera se quedan en sus propios condados", dijo Lisa Bartlett, supervisora del condado de Orange a medios locales.
En los últimos días, varios estados alrededor de la nación han comenzado a aliviar las medidas de distanciamiento social y a reactivar su economía, y se espera que más de una decena vaya reanudando las actividades a lo largo de la próxima semana.
Ese es el caso de lugares como Alaska, Georgia, Oklahoma, Carolina del Sur y Tennessee, que, de hecho, han iniciado la reapertura de algunos negocios, como las peluquerías, gimnasios y boleras.
Esto se produce mientras el país se acerca al millón de casos confirmados, con 954.182, y ha contabilizado 54.573 fallecimientos, de acuerdo a los datos que recopila la Universidad Johns Hopkins.
A pesar ser el estado con mayor población en el país con casi 40 millones de habitantes, California ha logrado contener la propagación del virus con 41.137 casos positivos de COVID-19 hasta este sábado.
Las muertes por el coronavirus alcanzaron las 1.651 en el estado, siendo el área de Los Ángeles la más afectada, según cifras del Departamento de Salud de California.