La alta inflación y la recesión económica en la que quedó sumida Argentina por la crisis desatada el año pasado empujaron al alza el índice de pobreza, que en el segundo semestre de 2018 se ubicó en el 32 %, según los datos oficiales difundidos este jueves.
De acuerdo a un informe difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de pobreza urbana registrada entre julio y diciembre pasado estuvo 4,7 puntos por encina de la del primer semestre y 6,3 puntos por arriba de la de la segunda mitad de 2017.
En tanto, el índice de indigencia se ubicó en el 6,7 %, lo que implica un avance de 1,8 puntos respecto del semestre anterior y 1,9 puntos en la comparación interanual.
El informe difundido este jueves es el sexto sobre la pobreza que realiza el Indec tras la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia argentina, a finales de 2015, y el segundo de este ciclo que arroja como resultado un aumento en el índice.
Son cifras que "duelen", según admitió el propio Gobierno, que convocó a una rueda de prensa, minutos después de la difusión del informe oficial, para hablar del complejo panorama socioeconómico que aqueja al país.
"La pobreza duele, claramente. Hoy es un día triste, como fue ayer, como fue hace un año, porque lamentablemente la pobreza es alta en Argentina hace muchos años", dijo la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
Aseguró que el Gobierno de Macri, quien llegó a la Casa Rosada con promesas de lograr la "pobreza cero", trabaja "todos los días para revertir esta situación" con acciones enfocadas a dar "dignidad" a "cada una de las personas y cada una de las familias que viven en esta situación".
"Pero más allá de esta mirada integral, claramente o definitivamente no alcanza. Pero hoy, más que nunca, tienen mi compromiso y el de todo nuestro Gobierno de que vamos a seguir trabajando para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de todos los argentinos"", afirmó la ministra.
El crecimiento de la pobreza en la segunda mitad del año coincide con una aceleración en el índice de la inflación, que incide en forma directa en la valoración de la cesta básica de alimentos y servicios que se utiliza luego para medir la línea de indigencia y pobreza.
"Claramente la inflación impacta necesariamente en lo que hace a la cifra de pobreza", comentó Stanley.
El índice de precios al consumidor acumuló el año pasado un alza del 47,6 % -la tasa más alta en 27 años-, en un año en el que el Producto Interior Bruto cayó un 2,5 % como consecuencia de una crisis financiera que se desató en abril y se contagió a toda la economía.
Los datos de los primeros meses de 2019 no son positivos: la actividad económica cayó en enero un 5,7 % en términos interanuales y la inflación acumuló en el primer bimestre del año un alza del 6,8 %.
Con todo, Macri, quien en octubre podría buscar la reelección, aseguró este miércoles a medios locales que el Gobierno está "en el camino correcto".
"Yo soy el primero en saber que todos han tenido que ajustar su presupuesto, que cuesta más llegar a fin de mes, pero éste es el camino de la construcción sobre bases sólidas", afirmó.
En la rueda de prensa junto a Stanley, el ministro de Industria y Trabajo, Dante Sica, sostuvo este jueves que el rumbo adoptado por el Gobierno "va a permitir generar una recuperación, con un crecimiento mucho más sólido y estable" que es, a su juicio, el que ha permitido al país ir alejándose "del epicentro de la crisis".
"Así que, en ese sentido, no solo estamos convencidos sino que mantenemos y confirmamos el rumbo que tiene nuestro programa económico", aseveró Sica.