La mitad de los bares y restaurantes de la ciudad de Nueva York, que antes de la pandemia contaba con 23.650 locales, podrían cerrar en los próximos doce meses como consecuencia de la pandemia, que ya ha forzado la clausura de muchos de ellos y que ha dejado en la calle a 143.000 de las 317.800 personas que emplea el sector, advirtió hoy un estudio publicado por el Ayuntamiento de la Gran Manzana.
"La industria se enfrenta a grandes desafíos en el mejor de los casos y muchos restaurantes operan con márgenes estrechos. Ahora afrontan una convulsión sin precedentes que puede hacer que muchos establecimientos cierren para siempre", aseguró este jueves el interventor general de estado, Thomas DiNapoli, en la presentación del informe.
Antes de la pandemia, los 23.650 establecimientos extendidos por toda la ciudad, además de proveer 317.800 trabajos, aportaban 10.700 millones de dólares en salarios y 27.000 millones de dólares en impuestos.
Según DiNapoli, en el peor momento de la crisis, el pasado abril, cuando la ciudad se convirtió en el epicentro mundial de la pandemia, el número de empleados en el sector se redujo a 91 mil.
A finales de marzo, las autoridades forzaron el cierre de toda actividad que no fuera indispensable y sólo permitieron a los restaurantes y bares la entrega de comida para llevar o el envío a domicilio.
Con la reapertura de la economía, que arrancó en junio, primero se aprobó que los negocios de la restauración abrieran terrazas, una medida a la que, según DiNapolo, se adscribieron el 44 % de los restaurantes, que, desde este miércoles, pueden reabrir sus salones interiores pero con un aforo reducido del 25 %.
DiNapoli apuntó que como consecuencia de la reducción dramática de los ingresos entre marzo y mayo, la recaudación de impuestos con los que se grava al sector cayó un 71 % comparado con el mismo periodo del año anterior.
Dada esta situación, la Alianza de Restauradores de Nueva York informó de que el 87 por ciento de los restaurantes podrían no haber sido capaces de pagar parte o la totalidad del alquiler de agosto.
"Varias estimaciones proyectan que en los próximos seis meses a un año, de un tercio a la mitad de los restaurantes y bares de la ciudad que existían antes de la pandemia podrían cerrar permanentemente. Si cierran un tercio de ellos, la ciudad perdería casi 8.000 establecimientos de la industria y 106.000 puestos de trabajo", apunta la nota.
La comunidad inmigrante y latinoamericana, la más perjudicada
El cierre de los negocios de este sector ha afectado sobre todo a la comunidad latinoamericana de la ciudad ya que el 44 % de los trabajadores de la restauración son hispanos, frente al 21 % blancos, el 20 % asiáticos, al 13 % negros y afromericanos y al 2 % de otros orígenes.
Asimismo, según el informe, el 60 % de las personas que trabajan en este sector, que ofrece unos ingresos medios anuales de entorno a los 30.500 dólares, son inmigrantes. Un porcentaje muy por encima de la media en todos los sectores, donde el 45 % de los empleados son inmigrantes.
Por barrios, la mayoría de restaurantes están ubicados en Manhattan, donde en 2019 trabajaban 192.500 personas en dicho sector, frente las 51.700 empleadas en Brooklyn, las 49.100 en Queens, los 15.900 en el Bronx y los 8.500 empleos que la hostelería tenía en Staten Island.
En contraste, estos trabajadores se desplazaba principalmente de barrios de mayoría emigrante y latinoamericana como Jackson Hights, Elmhurst y Corona, los tres situados en Queens y los tres los más golpeados por el coronavirus en la ciudad.