El glaucoma congénito, diagnosticado en recién nacidos, es reversible si se detecta a tiempo y, si se lleva un tratamiento adecuado, puede evitarse un daño permanente como la ceguera, explica un especialista.
Ivo Ferreira, oftalmólogo pediatra del Centro Médico ABC, dice que aunque el glaucoma se diagnostica generalmente en adultos, los recién nacidos también pueden padecerlo.
A esta condición se le conoce como glaucoma congénito.
El cual, de acuerdo con el especialista, afecta a uno de cada 10.000 recién nacidos, pero entre el 80 y 90 % de los casos son esporádicos.
Esto quiere decir que no necesariamente existe una carga genética para padecer la enfermedad.
El especialista menciona que sólo en el 10 % de los casos de glaucoma congénito sí existe una carga genética de los padres o familiares afectados.
El glaucoma es una enfermedad oftalmológica que se caracteriza por la disminución de la agudeza y función visual, debido al incremento en la presión intraocular en el ojo.
Este padecimiento puede aparecer durante toda la niñez, pero durante el primer año de vida se llama congénito.
Luego de ese periodo, se habla de un glaucoma infantil, que tiene los mismos síntomas.
Entre los principales signos de detección está el agrandamiento del ojo debido a la presión, pues los tejidos de este órgano en un recién nacido no son tan resistentes.
"Por eso se aprecia como un ojo saltón, este es uno de los signos más importantes", señala el doctor Ferreira.
Destaca que los síntomas son perceptibles a simple vista para los padres y el pediatra.
"El tejido en la parte anterior del ojo, en la córnea que tiene que ser transparente, se generan algunas estrías, y eso se puede observar", indica.
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Además del ojo grande y las estrías en la córnea, el oftalmólogo apunta que cuando existe un glaucoma congénito, los bebés tienen mucha sensibilidad a la luz, conocida como fotofobia.
Aunado a ello, hay lagrimeo constante.
Aunque en los adultos el tratamiento para tratar el glaucoma puede ser con medicamentos, para el congénito se requiere de una cirugía.
"Se necesita una cirugía con la cual el líquido del ojo se drene de manera más fácil para bajar la presión del ojo", dice.
Apunta que el glaucoma afecta el nervio óptico, "en otras palabras, el cable que conecta al cerebro con el nervio óptico", explica.
Ferreira agrega que al bajar la presión ocular con una cirugía se disminuye el daño al nervio óptico y el pequeño puede tener una visión muy buena si es diagnosticado a tiempo.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se estima que el 80 % de los casos infantiles se diagnostican en el primer año de edad.
En el 65 % de las ocasiones, los afectados son varones y usualmente la enfermedad se presenta en ambos ojos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo.