Por: Cristina Sánchez
Al menos un tercio de los pacientes que son tratados con fármacos para la epilepsia no responden al tratamiento, por lo que la cirugía de epilepsia suele ser una alternativa para ellos.
Sin embargo, de acuerdo con el neurocirujano Enrique De Font Réaulx, este es el recurso menos utilizado para tratar esa enfermedad debido a que las personas no son referidas a tiempo al médico o tienen miedo de operarse.
El especialista explicó a Efe que entre el 50 % y el 80 % de las personas que se someten a esta cirugía pueden curarse. Sin embargo, "la gente tiene miedo de que tras la operación queden afectados de alguna manera".
Cada año, el segundo lunes de febrero se celebra el Día Internacional de la Epilepsia con el fin de concienciar al respecto de esta enfermedad.
La epilepsia es un enfermedad que ocurre cuando las neuronas del cerebro emiten descargas cuando no les corresponde y eso genera crisis, las cuales se manifiestan, en su mayoría, en convulsiones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que una sola convulsión "no significa epilepsia" porque la epilepsia se define "por dos o más convulsiones no provocadas".
El especialista detalló que uno de los graves problemas que enfrenta en esta enfermedad es la falta de diagnóstico, pues debido a ello más del 65 % de las personas con epilepsia activa no se tratan.
Esto, dijo, responde a cuestiones económicas, culturales y sociales.
Especialmente porque la gente no tiene recursos para acudir a un experto y, además, quienes sufren de este padecimiento suelen ser estigmatizados.
"Alguien con epilepsia suele ser relegado por la familia o la sociedad y se le niega el acceso a la atención médica", refirió.
De Font consideró que es importante el diagnóstico no solo oportuno, sino correcto, ya que existen varios tipos de epilepsia y, por ello, no todas responden al tratamiento farmacológico.
El especialista señaló que aproximadamente dos tercios de las personas con esta enfermedad están bien controlados con uno o varios medicamentos anticonvulsivos.
Sin embargo, el otro tercio, pese al tratamiento, siguen con crisis recurrentes y son ellos los candidatos ideales para la cirugía de epilepsia.
Esta cirugía, agregó el neurocirujano, consiste en desconectar o remover una masa crítica suficiente del circuito epileptogénico del cerebro que es el responsable de la crisis.
"Aunque se puede realizar con láser, lo más seguro es abrir el cráneo, lo cual es tan seguro como operar el abdomen", dijo.
Al paciente le toma una o dos semanas la recuperación y luego de ello puede curarse o reducir en gran medida el número de crisis.
En México, existen pocos centros especializados para realizar este tipo de cirugías, y uno de ellos es la Clínica de Epilepsia del Centro Médico ABC, de la cual forma parte el doctor De Font.
El especialista señaló la importancia del tratamiento, pues una persona que no es tratada puede estar en muchas desventajas.
"Hay quienes no pueden estudiar, conducir, trabajar o crear una familia", describió.
Además, refirió, existe un importante riesgo de muerte si se tienen crisis muy seguidas. Además de que las lesiones que se producen pueden ser de gravedad.
Aunado a ello, existe un riesgo de muerte súbita e inesperada o de perder la vida por asfixia o arritmias.
Y, aunque no es muy común, algunas personas también pueden morir debido a la neumonía por aspiración, o pueden llegar a cometer suicidio derivado de la situación.
Es por ello que el especialista resaltó la importancia del diagnóstico oportuno y el tratamiento, por lo que invitó a la población a estar pendientes de los síntomas.
Entre estos, además de las convulsiones, pueden darse las crisis de ausencia, los movimientos involuntarios en pies, dedos, manos que pueden confundirse con tics, la ansiedad o los ataques pánico injustificados, la risa incontrolable o los fenómenos visuales.