La líder opositora Keiko Fujimori cumplió ayer domingo un mes en prisión preventiva, a raíz de la investigación abierta en su contra por presunto lavado de activos, y dijo a través de su cuenta de Twitter que no pierde "la esperanza de que la Justicia se impondrá a la persecución y el odio".
La excandidata presidencial declaró que lleva "más de un mes en prisión a la espera de que la justicia prevalezca en las instancias superiores", en referencia a la apelación presentada contra la prisión preventiva dictada el pasado 31 de octubre.
"Esto es muy duro, pero me reafirmo en mi decisión de haber asumido las consecuencias de enfrentar a un juez que ya había decidido antes de escucharme", escribió la líder del partido Fuerza Popular.
Fujimori pidió a su familia y seguidores seguir "con fe en el camino de la unidad" y no perder "la esperanza de que la justicia se impondrá a la persecución y el odio".
"Yo sigo aquí con la certeza de que enfrentarlo todo fue lo correcto", agregó Fujimori, quien está recluida en el anexo de la prisión de mujeres de Chorrillos, en Lima.
Precisamente, su esposo Mark Vito, también con impedimento de salida del país por lavado de activos, la visitó hoy en el penal y declaró a los periodistas contra el juez Richard Concepción Carhuancho, quien dictó la prisión preventiva por 36 meses contra Fujimori.
"Vamos 30 días, un mes, sin derecho constitucional de apelación. Si el juez no respeta la ley, ¿qué esperanza tenemos?", dijo Vito al atribuirle a Concepción Carhuancho la supuesta tardanza en la presentación del recurso de su esposa ante la sala nacional de apelaciones.
Keiko Fujimori y su esposo son investigados por la fiscalía por los supuestos aportes irregulares de empresas, como la brasileña Odebrecht, en la campaña electoral del 2011, mediante el uso de falsos aportantes, como han admitido algunos testigos y excolaboradores de campaña al fiscal del caso, José Domingo Pérez.
La líder opositora y una decena de sus asesores y colaboradores son investigados bajo la ley de organización criminal, que extiende el tiempo para reunir los elementos probatorios por su complejidad, y su caso se ha vinculado asimismo con la mafia corrupta descubierta al interior de la judicatura, que cambiaba resoluciones judiciales a por dinero y favores políticos.