Juez no permite declarar a testigo de defensa de exreina de belleza de Puerto Rico

lunes 24 septiembre , 2018

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Foto: Pixabay

El primer testigo de la defensa de Áurea Vázquez Rijos, exreina de belleza puertorriqueña y principal acusada del asesinato por encargo de su marido, el empresario canadiense Adam Anhang Uster, no pudo declarar durante la reanudación hoy lunes del mediático juicio en la isla caribeña ante la negativa del juez.

El magistrado federal Daniel Domínguez no autorizó la declaración del primer testigo de la defensa, Brandon Manzo, presentado como experto forense en dispositivos digitales, que iba a dar cuenta sobre varios expedientes de la computadora de Anhang Uster que habrían sido borrados o modificados.

Vázquez Rijos, su hermana Marcia y el que fuera esposo de esta, José Ferrer, están acusados de conspiración para asesinar a Anhang Uster, un empresario que firmó en 2005 un acuerdo prematrimonial con Áurea que establecía que en caso de fallecer uno de los cónyuges el superviviente se quedaría con el 30 % del patrimonio del otro.

La abogada de Áurea, Lydia Lizarribar, pretendía que Manzo declarara en su condición de experto forense en ese tipo de dispositivos, pero el juez se negó, por lo que durante toda la jornada, sin los miembros del jurado presentes, se discutió sobre la posibilidad de que el especialista fuera interrogado.

Manzo, a preguntas de Lizarribar, dijo que hay cuatro expedientes sobre Áurea que fueron borrados o modificados de la computadora del empresario canadiense.

El juez federal justificó su negativa al señalar que Manzo no contaba con preparación académica universitaria sobre el tema del que se presenta como experto, a pesar de su larga experiencia.

Además, el juez apuntó que el perito examinó múltiples documentos relacionados con el negocio de Anhang Uster en la computadora, pero no sobre el asesinato, lo que daba pie a la especulación.

Manzo reconoció su falta de formación universitaria sobre el tema, lo que para el juez suponía un problema para considerarlo un experto en la materia.

Lizarríbar, abogada de la esposa del empresario, quería que declarara Manzo para certificar que alguien entró en la computadora de Anhang después de su muerte, con el objetivo, subrayó, de que no trascendieran ciertos documentos.

Anhang Uster poseía un negocio inmobiliario que en el acuerdo prematrimonial fue valorado en 24 millones de dólares, lo que significa que Áurea, si fallecía su marido, se embolsaría 8 millones de dólares.

El empresario, que quería divorciarse, fue asesinado en una calle del casco histórico de la capital puertorriqueña a manos de Alex Pabón, quien le apuñaló y golpeó en la cabeza con una piedra, cerca de la medianoche del 22 de septiembre de 2005, tal y como confesó en este juicio, donde aclaró que fue contratado por los acusados.

Agencia EFE

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