El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, rechazó hoy ante el principal comité del Parlamento que el Gobierno investigue a su asesor Dominic Cummings por saltarse el confinamiento contra el COVID-19 y pidió a los diputados "pasar página" del escándalo.
"No estoy seguro de que una investigación sobre este asunto sea un buen uso del tiempo ahora mismo", sostuvo Johnson, que se enfrentó a críticas por parte de diputados de su misma formación por mantener su respaldo incondicional hacia Cummings, cerebro de la campaña del Brexit en 2016.
El conservador Simon Hoare advirtió de que los ciudadanos británicos pueden ser menos proclives a respetar el confinamiento, si repuntan los contagios, ante la percepción de que la mano derecha del primer ministro se saltó las normas sin consecuencias.
Johnson compareció por videoconferencia ante el comité de Enlace de la Cámara de los Comunes, donde tenía programado con antelación someterse al escrutinio de los presidentes de los más de 30 comités parlamentarios restantes.
En diversas ocasiones, el primer ministro insistió en la necesidad de "dejar de lado" la "distracción" que ha generado la polémica sobre Cummings para centrarse en la lucha contra el coronavirus, que ha dejado hasta ahora 37.460 muertos en el país, tras registrarse hoy 412 fallecidos y 2.013 nuevos contagios.
El influyente asesor ha admitido que viajó más de 400 kilómetros desde Londres para aislarse en una propiedad adyacente a la de sus padres en el norte de Inglaterra cuando su esposa comenzó a mostrar síntomas de COVID-19, a fin de recibir ayuda en el cuidado de su hijo de cuatro años.
También ha reconocido que días después llevó a su familia en coche hasta una localidad turística a 50 kilómetros del lugar donde se habían aislado, argumentando que quería comprobar que su vista no estaba dañada tras haber superado él mismo la enfermedad.
Esos viajes los realizó entre el 27 de marzo y el 12 de abril, cuando la población del Reino Unido estaba confinada y el Gobierno había ordenado "permanecer en casa" salvo por motivos excepcionales.
Medios británicos también han acusado a Cummings de haber regresado al Norte de Inglaterra más adelante, cuando ya se había reincorporado al trabajo en Londres, pero él ha negado otros desplazamientos.
"Mucho de lo que se ha escrito desde el sábado y el domingo respecto a mi asesor era falso, no era correcto", recalcó hoy el primer ministro.
A preguntas de la laborista Meg Hillier, Johnson aseguró que "sí" ha visto pruebas de que algunas de las acusaciones son falsas, pero rehusó publicarlas o mostrarlas a altos funcionarios del Gobierno, bajo el argumento de que todos en el Ejecutivo "están trabajando a tiempo completo en el coronavirus".
En diversas ocasiones, al ser cuestionado por los detalles sobre la conducta de Cummings, el jefe de Gobierno emplazó a los diputados a recuperar sus declaraciones de los últimos días, cuando ha asegurado que su asesor actuó "con responsabilidad, legalmente y con integridad".