En una escalada sin precedentes en la región, Irán lanzó en la noche del viernes cientos de misiles balísticos contra territorio israelí, como parte de lo que denominó su "respuesta aplastante" a los recientes ataques perpetrados por Israel sobre suelo iraní.
El bombardeo, que según la agencia oficial IRNA marca el inicio de la operación “Promesa Verdadera 3”, fue precedido por el envío de al menos 100 drones hacia Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados. En paralelo, se reportaron explosiones en ciudades como Tel Aviv y Jerusalén, mientras la población civil buscaba refugio en medio de la incertidumbre.
Autoridades locales informaron de varios heridos en el área metropolitana de Tel Aviv, pese a la activación de los sistemas de defensa aérea.
La ofensiva iraní fue lanzada en represalia por la denominada Operación León Naciente, emprendida por Israel en la madrugada del viernes. Dicha operación tuvo como blanco instalaciones nucleares y objetivos militares estratégicos dentro de Irán, provocando la muerte de figuras clave de las Fuerzas Armadas iraníes y científicos vinculados al programa nuclear.
En un comunicado, la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán confirmó haber atacado "decenas de objetivos, centros militares y bases aéreas" israelíes como parte de su contraofensiva.
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El trasfondo nuclear
El conflicto se intensifica en un contexto marcado por la creciente preocupación internacional sobre el programa nuclear iraní. Aunque Teherán insiste en que sus fines son puramente civiles, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) y varios gobiernos occidentales han manifestado serias dudas al respecto.
Esta semana, la junta de gobernadores de la OIEA declaró por primera vez en 20 años que Irán está incumpliendo sus compromisos en materia de no proliferación nuclear. El organismo acusó a la república islámica de múltiples violaciones, incluyendo el enriquecimiento de uranio al 60% —un nivel cercano al armamentístico—, suficiente para fabricar hasta nueve bombas nucleares, según informes técnicos.
Operación israelí con apoyo del Mossad
Fuentes de defensa citadas por medios israelíes aseguraron que la ofensiva israelí fue ejecutada en coordinación con el Mossad, el servicio de inteligencia exterior. Según estas fuentes, comandos israelíes lograron infiltrar armas de precisión en territorio iraní y establecieron una base secreta de drones para neutralizar parte de las defensas aéreas iraníes antes del ataque principal.
“Hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear. Las armas de destrucción masiva en manos del régimen iraní representan una amenaza existencial para el Estado de Israel y un peligro significativo para el resto del mundo”, advirtieron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un comunicado.
Por su parte, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, condenó las acciones de Israel, señalando que estas “revelan la vil naturaleza del régimen sionista”, y advirtió que el Estado hebreo “ha preparado un destino amargo para sí mismo, que sin duda recibirá”.
