Por: José Manuel Rodríguez
Las reglas que la publicidad debe seguir en medios como la televisión desaparecen cuando los anuncios llegan a las redes sociales, un espacio donde los "influencer" pueden promocionar casi cualquier producto a cualquier hora, una realidad a la que ahora el Congreso argentino debate cómo poner límites.
Un proyecto impulsado en el Senado por la coalición gobernante busca que, a partir de su aprobación, los "unboxing" -desempaquetado de productos a publicitar, para mostrarlos a los seguidores- o los "giveaway" -sorteos- que se hagan con fines publicitarios tengan que identificarse como tal.
Esta es una de las varias medidas con las que Cristina del Carmen López, senadora que presentó el texto, busca regular las acciones de las estrellas de Internet.
"Como Cámara preferimos la autorregulación (…) pero, en el contenido (del proyecto), estamos de acuerdo en todo", explica en una entrevista con Efe el presidente de la Cámara de Anunciantes Argentina, Philip Pérez, que señala que el proyecto recoge "buenas prácticas" que ya se siguen en la industria y que no cree esta ley sea necesaria.
El texto pretende que las publicaciones publicitarias en redes sociales realizadas por cuentas verificadas deban identificarse con el hashtag #publicidadpaga y mencionar a la empresa que contrata al influencer. Además, debe respetar los códigos éticos publicitario y los ingresos deben ser facturados como lo haría cualquier otro autónomo.
Pérez destaca que es erróneo interpretar esto como un "impuesto al influencer" y añade que el sector ha hecho llegar propuestas para depurar el texto como un cambio en el hashtag por uno más corto como #ad y una relajación de las cantidades de información requeridas para las redes con límite de caracteres como Twitter.
Un mercado en depuración
El intento de regulación llega en un momento en que, debido al aislamiento que afecta a gran parte del país por la pandemia del coronavirus, los argentinos no solo pasan más tiempo que nunca conectados a las redes sociales, sino que también compran más de forma electrónica.
Un estudio realizado en mayo para analizar los cambios de comportamiento desarrollados por los consumidores argentinos durante la cuarentena por la consultora Kantar detectó que el 30 % de las personas que compraron en internet durante la cuarentena eran usuarios primerizos.
Como explica a EFE el abogado especialista en Internet y director de Informática Legal, Miguel Sumer, hasta la fecha en Argentina no "hay nada que los regule concretamente, ahora mismo está liberado a la responsabilidad individual del llamado influencer o del anunciante".
Para Sumer, uno de los problemas es que muchos influencers no están formados para hacer publicidad y simplemente por su número de seguidores o su campo de influencia le empiezan a llegar oportunidades de promocionar productos, que, "lo mismo luego terminan siendo fraudulentos".