El número de histerectomías y extracción de miomas con procedimientos robóticos va en aumento en México por ser una práctica que disminuye el dolor y el tiempo de recuperación, dijo este jueves a Efe, el presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Robótica, Luis Ernesto Gallardo.
Durante el Congreso Internacional de Avances en Medicina (CIAM) en Guadalajara (México) hasta el 23 de febrero, el ginecólogo señaló que en los próximos cinco años habrá "un crecimiento exponencial" de estas cirugías debido a que más hospitales públicos cuentan con esta tecnología.
"El número de procedimientos es bajo porque empiezan los robots, si hablamos de los hospitales donde ya existe, va ocupando un lugar cada vez más importante", afirmó.
Aunque la cirugía robótica puede ser practicada en cualquier tipo de casos, por el momento y debido a los altos costos sólo se aplica en casos complejos como úteros o miomas de difícil tratamiento.
"Cuando son úteros muy grandes, miomas muy grandes o con un número que se dificultaría por otra vía y, sobre todo, cuando hay problemas adherenciales, cuando se ha pegado al intestino o hay alguna complicación o por previa cirugía ginecológica", explicó.
En dichos casos la cirugía robótica permite "hacer disecciones más cuidadosas", quitar las adherencias y resolver los cuadros más complejos.
El dolor en los pacientes se reduce hasta en 80 % en el dolor, además toman menos medicamentos y se recuperan en menos días, lo que genera menos tiempo de hospitalización y una incorporación más rápida a la vida laboral y cotidiana.
Este tipo de cirugías han sido probadas en casos de cáncer cérvico uterino, aunque hasta ahora los resultados están en proceso de análisis y discusión entre los expertos, reveló Gallardo.
"Tenemos que demostrar que ofrece al menos los mismos resultados que la cirugía tradicional que ya se ha hecho, pero estamos tratando de probar que ofrece resultados superiores como ha ocurrido ya en algunas otras especialidades como el cáncer de próstata y la cirugía de tórax", expresó.
Hasta ahora cinco instituciones públicas, mayoritariamente en la Ciudad de México, tienen un robot y se espera que al menos otros tres lo adquieran pronto para realizar procedimientos quirúrgicos ginecológicos y de otras especialidades.
"Hemos tenido algunas dificultades con los terceros pagadores en los hospitales privados, las aseguradoras no lo autorizaban pero cada vez se van convenciendo más de que no es un procedimiento tan caro y que resulta en grandes beneficios por lo que cada vez se realiza con mayor frecuencia.