El Gobierno de Haití conmemoró ayer sábado el noveno aniversario del devastador terremoto de magnitud 7.0 en la escala de Richter que mató a más de 300.000 personas, causó un número similar de heridos y dejó 1,5 millones de desplazados.
El presidente del país, Jovenel Moise, encabezó una ofrenda floral junto a varios miembros de su Gobierno en la ceremonia oficial realizada en localidad de Saint Christophe, varios kilómetros al norte de Puerto Príncipe, donde fueron sepultadas miles de víctimas del seísmo.
"Nunca vamos a olvidar ese día, un día que costó mucho al país, perdimos miles de personas y hasta hoy los heridos siguen vivos. Hoy es un día muy triste para nosotros, cada uno perdió algo ese día, pero estábamos muy fuertes", afirmó el gobernante en el acto solemne.
Moise exhortó a sus ciudadanos, a utilizar el "espíritu de solidaridad" al que apelaron ese 12 de enero de 2010, "para reconstruir un país mejor".
"Tenemos que continuar los esfuerzos para estar mejor preparados; cada uno tiene su responsabilidad, pero juntos vamos a fortalecer y construir una mejor nación", agregó el jefe de Estado.
Tras nueve años del terrible terremoto, Haití no está mejor preparado para enfrentar catástrofes de ese tipo.
En octubre del año pasado un terremoto de magnitud 5,4 causó muchos daños en varias regiones del país. Aún en las calles de Puerto Príncipe hay personas que viven bajo carpas desde el día del terremoto de 2010.