El Gobierno dominicano anunció este miércoles que tres centrales eléctricas de ciclo combinado están haciendo obras de adaptación para usar gas natural en lugar de diésel, con lo que se reducirán las emisiones de CO2 en un 60 %.
Las tres centrales, Quisqueya I y II y CESPM, suman 730 megavatios de potencia instalada y se ubican cerca de San Pedro de Macorís, en el este del país.
El coste de la inversión para adaptar las tres plantas, que son propiedad de la minera Barrick, Ege-Haina y CESPM, asciende a entre 350 y 400 millones de dólares, presupuesto que incluye la construcción de un gasoducto de 100 millones.
Entre el 40 % y 50 % de ese presupuesto ya ha sido ejecutado, según dijo el gerente general de la Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (CESPM), Roberto Herrera, en una rueda de prensa celebrada en el Palacio Nacional, al lado de los responsables de las empresas implicadas, que visitaron hoy al presidente, Danilo Medina.
El proyecto ha incluido la construcción de un gasoducto de 50 kilómetros desde Caucedo, en Boca Chica, al este de la capital, hasta San Pedro de Macorís, que ha sido ejecutado por un consorcio formado entre las empresas AES y Energas.
La primera planta que será reconvertida, el próximo febrero, es Quisqueya I, de 215 megavatios, de la minera Barrick Pueblo Viejo, que la utiliza para su operación privada, pero que coloca sus excedentes en el sistema eléctrico nacional.
Le seguirán Quisqueya II, de Ege-Haina, con 215 megavatios, en marzo, y posteriormente la planta de CESPM, de 300 megavatios.
El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, dijo que la reconversión a gas natural es una "política oficial" para reducir las emisiones contaminantes.
Asimismo, la reconversión le supondrá al Estado unos "ahorros anuales de cientos de millones de dólares", en palabras del director de la empresa AES, Edwin de los Santos.
A pesar de estos planes para reducir emisiones, actualmente el Gobierno dominicano impulsa la construcción de una gran central de carbón de 752 megavatios, que será la mayor planta energética del país.
Esa central, llamada Punta Catalina, entró en funcionamiento este año, aunque su segunda unidad todavía está en construcción y previsiblemente no estará operativa hasta comienzos de 2020.