El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, dijo este viernes que "interpreta" como "una amenaza de muerte" en su contra la advertencia de EE.UU. sobre las "serias consecuencias" que enfrentarán quienes intenten dañar al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, que juró asumir como presidente encargado del país.
"Yo puedo interpretar eso que hace EE.UU. como una amenaza de muerte contra mí (…) porque si ellos dicen 'cuidado que no se toque a fulano o sutano', entonces eso expresa, con una doble lectura, que me está amenazando a mí de muerte el gobierno de EE.UU.", dijo al canal privado Globovisión.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, escribió la semana pasada en la red social Twitter: "Permítanme reiterar que habrá serias consecuencias para quienes intenten subvertir la democracia y dañar a Guaidó".
Según Saab, eso fue una amenaza directa en su contra.
Insistió en que el Secretario General de las Naciones Unidas, Antônio Guterres, "expresó una opinión sobre quien es el presidente de Venezuela y dijo claramente que es el presidente Nicolás Maduro" y que ese es "el único gobierno con quien se entenderá la ONU", dijo.
"Que vaya ahora la CIA y detenga a Antonio Guterres por haber dicho esto", expresó.
Además el fiscal recordó que "ningún ciudadano por el hecho de ser parlamentario o no escapa del sistema de justicia" y que el mandatario estadounidense, Donald Trump, "no es el presidente de Venezuela", por lo que no puede emitir órdenes a la justicia de ese país.
"Venezuela debe resolver sus problemas con nuestro propio ordenamiento constitucional legal sin que hayan estas amenazas", reiteró.
Saab presentó este martes una solicitud al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela para que, como parte de una investigación preliminar, impida la salida del país a Guaidó, que el pasado 23 de enero juró asumir el mando del Ejecutivo luego de que el Parlamento considerara ilegítimo el segundo mandato de Maduro.
El fiscal solicitó que se dicten "medidas cautelares", consistentes en la prohibición de su salida del país, la prohibición de enajenar y gravar bienes muebles e inmuebles y el bloqueo de sus cuentas.
Todas las peticiones de Saab fueron atendidas seis horas más tarde por el Supremo y confirmadas por su propio presidente, Maikel Moreno, al leer una escueta declaración ante los medios.
En mayo pasado, Maduro ganó la reelección con holgura en unos comicios tachados de fraudulentos y en los que no participó el grueso de la oposición, entre otras razones, por la imposibilidad de participar que tuvieron sus principales dirigentes.