El médico uruguayo Leonel Briozzo, exsubsecretario del Ministerio de Salud Pública de su país, afirmó hoy lunes que en América Latina y el Caribe se debe avanzar en la despenalización del aborto porque, consideró, esa "es la mejor herramienta para reducirlo".
Briozzo, quien fue parte del equipo que logró la despenalización del aborto en su país, participa hoy en el encuentro reflexivo "Causa Abierta", organizado en Lima por la Articulación Feminista Macrosur (AFM), para discutir casos emblemáticos de vulneración de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
El exfuncionario señaló que, según la experiencia de su país, con la implementación de un modelo de reducción de riesgo y daño en 2001 y la despenalización del aborto, hasta la semana 12 de gestación, en 2012, se redujeron en un 11 % los embarazos no planificados en mujeres de 20 y 34 años.
Briozzo forma parte del grupo que elevará un pronunciamiento a gobiernos de Latinoamérica y el Caribe que, según dijo, pese a haber firmado en 2013 el Consenso de Montevideo, "no han cumplido con implementar las políticas con enfoque de género, derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, así como las políticas por la igualdad de género".
Mediante la exposición de cuatro casos emblemáticos de Argentina, Guatemala, República Dominicana y Paraguay, el grupo de expertos hará hoy un balance sobre los derechos vulnerados de las niñas y adolescentes, muchas de las cuales murieron y otras quedaron gravemente heridas.
"En todos los casos se evidencia una falta de acción por parte del Estado en la protección de las personas más vulnerables", apuntó.
En ese sentido, Briozzo señaló que se afronta "una etapa histórica muy compleja" en la que los avances en materia de derechos sexuales, reproductivos y humanos "están siendo atacados por una fuerte alianza conservadora a nivel mundial" y consideró que la religiosidad de la región ha sido una de las mayores dificultades para avanzar en estos temas.
Por ello, recomendó a los gobiernos que, como primera medida por los derechos reproductivos y sexuales de la mujer, se retire la connotación religiosa del tema del aborto y que "sea tomado como un tema social y sanitario de primer orden".
Además, que se implemente la reducción de "riesgo y daño", el mismo que puede ser usado aún en legislaciones que prohíben el aborto, y que consiste en que las mujeres puedan consultar con su médico, de manera confidencial, sobre el uso de pastillas para abortos de menor riesgo.
Y, por último, demandó "avanzar en la despenalización del aborto" porque, según dijo, es la única manera de reducir riesgos de muertes de mujeres por abortos clandestinos.