La presencia de los evangélicos crece con significativa notoriedad en América Latina y el Caribe, según un informe difundido en enero de 2018 por la organización no gubernamental Latinobarómetro, que cada año mide la opinión pública en 18 países de la región.
De acuerdo con esos datos, en algunas naciones latinoamericanas, incluida la República Dominicana, los evangélicos sobrepasaron el número de católicos.
Además, otros datos indican que en varios países han incursionado en la política con relativo éxito, logrando colocar alcaldes, legisladores y por lo menos a un presidente.
En una parte significativa de los barrios, zonas residenciales y centros de ciudades dominicanas es fácil encontrar templos evangélicos, a los que a diario acuden decenas de personas para rendir culto al Dios de la Biblia. Unos vociferan con megáfonos en las calles y otros adoran en exclusivos locales, pero todos profesan fe en Cristo y se identifican entre sí como hermanos.
La comunidad evangélica en el país representa el 21 % de la población adulta, según el informe, y aunque se dividen en grupos doctrinales, una gran parte coincide en oponerse a temas como el aborto y el matrimonio igualitario, además de apoyar la lucha contra la corrupción.
“La homosexualidad, la agenda LGTB, el aborto, y estos desvalores que quieren introducirse para dañar la intimidad de la comunión de la familia dominicana, que está arraigada en principios y valores de Dios”, acota el reverendo Domingo Paulino Moya.
Aunque líderes como Paulino Moya aprueban la incursión de esa comunidad en la política, los evangélicos del país aún no han logrado impactar en ese sentido, como sucede en Guatemala, Brasil, Costa Rica o México.
A dos años para las elecciones generales del 2020, partidos y candidatos recorren el país, aparecen en vallas publicitarias, en medios de comunicación tradicionales y en Internet en busca de conquistar a los votantes, un proceso que sugiere una nueva oportunidad para que los cristianos evangélicos intenten impactar la política dominicana.
La pregunta es: ¿tienen los evangélicos lo necesario para conquistar el poder político en 2020?
La fuerza de los evangélicos en la política latinoamericana hoy
Algunos ven la participación de los evangélicos en política como un fenómeno que se expande a través de la región, debido al éxito relativo que han tenido en años recientes al colocar sus candidatos o ayudar aliados a ganar.
Por ejemplo, en Guatemala, Jimmy Morales, un actor cómico, empresario y teólogo evangélico ganó las elecciones presidenciales de septiembre de 2015, con el 67.44 % de los votos, en el que fue su primer intento.

Jimmy Morales, presidente de Guatemala. Foto tomada de su cuenta de Twitter @jimmymoralesgt.
En Costa Rica, el cantante y pastor evangélico Fabricio Alvarado, del partido Restauración Nacional, quedó segundo en las elecciones presidenciales del 4 de febrero este año y obligó a una segunda vuelta, en la que logró el 39.41 % de los votos.

Fabricio Alvarado durante su campaña presidencial. Foto: Facebook FabricioAlvaradoCostaRica
En Venezuela, el empresario y expastor evangélico Javier Bertucci, consiguió el 10,79 %, en las elecciones de enero de ese año, en las que resultó reelecto el presidente Nicolás Maduro.
En Brasil, el evangélico Jair Bolsonaro, un militar de reservas y diputado federal en ejercicio, aparece como el segundo favorito para las elecciones presidenciales de octubre de 2018, solo detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Jair Bolsonaro aspira a la Presidencia de Brasil. Foto: Twitter @jairbolsonaro
En México, el Partido Encuentro Social, evangélico, aportó 1,5 millones de votos (2.7 %) para la victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de julio de este año.
También en países como Brasil y Colombia los evangélicos se van perfilando como un grupo de interés importante, que presiona a los políticos en temas tradicionalmente defendidos por la comunidad cristiana, como el aborto o las relaciones entre personas del mismo sexo.
De manera que, si se unen, llevan candidatos y ganan en el 2020, los evangélicos dominicanos no serían los primeros de la región latinoamericana en lograr tal hazaña.
¿Tiene los numeritos para ganar?
De acuerdo con datos de la ONG Latinobarómetro publicados en enero de este año, los evangélicos representan el 21 % de los dominicanos en edad para votar.
Los pastores Fidel Lorenzo, presidente de la Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue), y Carlos Peña, quien aspira a la presidencia de la República, consideran que el número pudiera ser mayor, alcanzando hasta el 30 % de los dominicanos.
“Los votos que se obtienen para ganar en primera vuelta son muy similares a la cantidad de votantes que hay en la comunidad evangélica. Si la comunidad evangélica fuera capaz de ponerse de acuerdo detrás de un proyecto político, es casi seguro que ese candidato ganaría en primera vuelta”, asegura Peña.
El presidente del Codue afirma que, según un estudio preliminar de la encuestadora Gallup, en el país hay alrededor de 20 mil congregaciones evangélicas, cada una con 75 miembros en promedio, lo que equivaldría a un millón y medio de dominicanos, más o menos.

Carlos Peña durante un encuentro proselitista en Salcedo. Foto: Eliezer Ruiz.
Si esos números son ciertos, entonces la Iglesia evangélica, asumida como una unidad, tendría mayor representatividad en el territorio nacional que cualquiera de los principales partidos políticos del sistema.
En las elecciones del 2016, el presidente Danilo Medina, del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), logró la reelección al obtener 2,847,438 votos (61.74 %), en una alianza con otros 14 partidos del sistema.
Luis Abinader, del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), en alianza con otros cuatro partidos, obtuvo el segundo lugar, con 1,613,222 votos (34.98 %), un porcentaje similar al que el presidente del Codue dice que es el de los evangélicos en el país, y no tan alejado del porcentaje reportado por Latinobarómetro.
Se cayeron en 2016
Durante las elecciones del año 2016, varios candidatos evangélicos participaron en los diferentes renglones, sin embargo, la mayoría de los que se presentaron a sí mismos como evangélicos no lograron los votos suficientes para ganar.
Elías Wessin Chávez, un abogado y teólogo, recibió el respaldo de varios líderes evangélicos que lo proclamaron como su candidato presidencial de cara a las elecciones del 2016 en la boleta del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC). A pesar de eso, solo alcanzó 20,423 votos, equivalente al 0.44 % del total de sufragios validados por la Junta Central Electoral.

Foto: pqdc.org
La abogada Soraya Aquino, evangélica, también fue candidata a la Presidencia de la República por el Partido de Unidad Nacional (PUN), pero a penas consiguió 16,265 votos, equivalente al 0.12 % del total de los sufragios, según el la relación general definitiva del computo electoral 2016, emitida por la Junta Central Electoral.
El pastor Dío Astacio también compitió por la alcaldía del municipio Santo Domingo Este en la boleta del PQDC y, aunque no ganó, su presencia en la palestra pública fue notable.
De acuerdo con la JCE, Astacio consiguió 36,128 votos (9.98 %), colocándose como cuarto, por encima del tradicional Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que apenas obtuvo el 5.45 % de los votos.

Dío Astacio conversa con un grupo de jóvenes. Foto: Facebook Dio Astacio
El PQDC logró colocar como diputada nacional a la evangélica Betsaida González, quien desde el Congreso ha abogado contra la despenalización del aborto. Sin embargo, no existe evidencia de que el voto evangélico fue determinante para su elección.
Otra diputada que ha sido activa en defensa de la agenda cristiana es Ysabel de la Cruz, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). No obstante, asegura que no se benefició del voto evangélico para llegar a esa posición.
Hermanos divididos
Los evangélicos, en caso de que actuaran como una sola organización y si todos votaran a favor de determinados candidatos, podrían impactar de manera significativa en las elecciones del 2020, partiendo de los datos de las pasadas elecciones, ofrecidos por la Junta Central Electoral (JCE).
Sin embargo, aunque los evangélicos profesan la misma fe y defienden los mismos principios, existe un problema estructural que reduce la probabilidad de capitalizar sus votos en un torneo electoral: están fraccionados.
Olaya Dotel, politóloga y catedrática, reconoce la fuerza mostrada por la Iglesia evangélica en el país en años recientes, que ha fijado posición pública para oponerse al aborto, el matrimonio homosexual, entre otros temas que se oponen a sus principios. Sin embargo, ve como una debilidad la falta de unidad entre las diversas denominaciones y liderazgos evangélicos.
“Una cosa es las iglesias evangélicas, que cada vez tienen mayor presencia y tienen temas que son de su interés y ejercen influencia, y otra cosa es lo que pasa a lo interno de ellos, porque no tienen, como la Iglesia católica, una autoridad centralizadora, y existen diversas coaliciones de iglesias. De hecho, el Codue es un espacio mucho más marginal, aunque ha habido mucha visibilidad”, argumenta.
El pastor Fidel Lorenzo reconoce una falta de cohesión a lo interno de la comunidad evangélica, donde cada uno está tratando de ver cómo engancha y no está dispuesto a jugársela por seguir a un líder que quiera presentarse como una alternativa de poder, por eso descarta que pueda suceder lo mismo que en Guatemala o Costa Rica.

Iglesia Central Asamblea de Dios, ubicada en la avenida Duarte. Foto: Z Digital.
Domingo Paulino Moya, un pastor que en 2008 trató de llegar a la Presidencia con un movimiento que no fue reconocido por la JCE y que es presidente ejecutivo de la recién creada Mesa de la Opinión Cívica y Política Cristiana, ha sido un duro crítico de Lorenzo, ya que entiende que en ocasiones habla en nombre de toda la comunidad evangélica sin estar autorizado para ello.
“No estamos lo suficientemente unidos en lo que al tema político se refiere. Estamos unidos doctrinalmente, y las diferencias que haya (en otros países) se echan a un lado cuando se trata de buscar un propósito mayor, si hay que montar una campaña nacional, tú ves a los bautistas junto con los pentecostales, a los metodistas junto con los anglicanos. No hay problema con eso”, expresa Carlos Peña, quien hace poco abandonó al oficialista Partido de la Liberación Dominicana y busca oficializar a Generación de Servidores como partido.
La diputada Ysabel de la Cruz entiende que a pesar de que haya coincidencia en los principios, las aspiraciones políticas deben mantenerse alejadas de la iglesia, ya que al final cada quien ha de votar por el candidato o partido de su preferencia, al que nadie renuncia solo por pasar a formar parte de una congregación.
¿Arrastrados por el clientelismo?
Otro problema que enfrenta la comunidad evangélica de la República Dominicana tiene que ver con la falta de formación sobre sus derechos civiles y políticos, de acuerdo con Fidel Lorenzo y el teólogo Tony Flaquer.
“El punto es que ese voto potencial no ha sido efectivo en la colocación de candidatos que favorezcan la postura de la conjunción cristiana en general en esta nación, porque mucho del voto cristiano está desinformado y no ha sido verdaderamente instruido”, dice Flaquer.
Lorenzo considera que esa falta de información influye para que los evangélicos sean arrastrados por el clientelismo, evitando así que voten por propuestas basadas en los principios esenciales de ese grupo religioso.

Iglesia Ejército de Dios, ubicada en la avenida 27 de Febrero. Foto: Z Digital.
Asimismo, entiende que el liderazgo evangélico es “muy permeable”, porque no tiene una independencia económica y política que le permita no venderse, una situación que, a su juicio, genera desconfianza en los votantes evangélicos.
“Impera un principio de desconfianza en la misma comunidad evangélica de que en la mayoría de los casos se presentan candidatos buscando capital político para negociar con partidos pero no han demostrado el interés de llegar de verdad al poder, arriesgándose y renunciando a muchas cosas”, expresa Lorenzo.
¿Cansados de los políticos tradicionales?
Ismael Reyes, un evangélico que preside el Partido Democrático Independiente (PDI), y es vocero del candidato Ramfis Domínguez, considera que debido a los niveles de corrupción denunciados en la República Dominicana, la gente valorará más las propuestas de candidatos cristianos.
“El desprestigio de esa vieja partidocracia, así también como el anquilosamiento de muchas de las fuerzas llamadas fuerzas emergentes o minoritarias hacen que la sociedad, cansada de tantas promesas incumplidas por parte de la clase política en largo ejercicio, esté buscando nuevas caras, personas que no estén comprometidas con el pasado”, dice.
Flaquer, de su lado, entiende que hay un punto de inflexión en el mundo, en el que la gente debe decidir hacia dónde quiere ir en términos de los valores que rigen a la sociedad y, por lo tanto, si la gente reflexiona, podría votar por quienes buscan mantener los valores cristianos.
“Ante la debacle que tiene el mundo en términos morales, se piensa que todavía las instituciones religiosas tienen esa fuerte connotación. A partir de ahí, la parte religiosa adquiere una nueva dimensión. Incluso, a nivel de lo que llaman algunos el conservadurismo ideológico, que es el que está más cercano a la creencia religiosa”, sostiene el sociólogo Rafael Durán.
Fuera de la encuestas
A pesar de que los evangélicos cuentan con un porcentaje alto para participar en las elecciones con éxito, si se unieran, las encuestadoras han rehusado a medir la intención de votos de esa comunidad y de los candidatos que se confiesan esa fe.
El sociólogo y catedrático Rafael Durán entiende que esa variable por lo general se ha dejado fuera de las encuestas debido a que en el país no ha habido un partido que logre presentar un candidato religioso “bastante potente”, ya que los investigadores trabajan de manera reactiva, es decir, esperan a que suceda un fenómeno para luego investigarlo.
El pasado 23 de agosto, 589 usuarios de Twitter reaccionaron a la pregunta realizada por Z Digital: "¿Cree que los evangélicos pueden convertirse en una opción de poder en RD si presentan candidatos a las elecciones de 2020?". De ese grupo, el 34 % votó que sí, mientras que el 69 % dijo que no.
¿Cree que los evangélicos pueden convertirse en una opción de poder en RD si presentan candidatos a las elecciones de 2020?
— Z101 Digital (@z101digital) August 23, 2018
Durán cree, sin embargo, que a partir de la incidencia que están teniendo los evangélicos en la política en distintos países de América Latina, las encuestadoras pudieran verse motivadas a medir la intención del voto partiendo de la afiliación religiosa en la República Dominicana.

Olaya Dotel, politóloga. Foto: Kelvin de la Cruz.
Para Olaya Dotel, no medir la intención del voto basado en la confesión religiosa de los ciudadanos parece un gran desaprovechamiento por parte de las encuestadoras, aunque cree que los partidos lo tienen muy pendiente y utilizan esos resultados para ajustar, por ejemplo, la forma en la que abordan temas como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Y tú, ¿entiendes que los evangélicos pueden llegar al poder político en el 2020? Comparte tu opinión con Z Digital.