“Hay consejos, compañías y verdades que dañan”, dice un refrán popular, y esta expresión tiene un alto efecto psicológico, por las actitudes emocionales que provocan en las personas.
Esas emociones derivadas de expresiones y acciones de alguien, están dirigidas a crear un patrón conductual de dependencia, de control y manipulación.
Estos elementos son analizados por las psicólogas clínicas Alexandra García Payamps, Evelin Bueno Grullón y Martha Pérez Mencía, quienes trataron el tema “La manipulación emocional” en el programa Entre Adultos, que por ZTV a través de YouTube y de la Z101.3 FM, que produce el psiquiatra Héctor Guerrero Heredia y que conduce el también psicólogo clínico Eladio Hernández de la Rosa.
De acuerdo a Alexandra, la manipulación emocional es un patrón de conducta que ejercen determinadas personas para influir en otra para mantenerla bajo su control y dependencia e influir en sus decisiones y accionar.
Afirma que en base a ese patrón, hay personas que se van convirtiendo en manipuladores al tratar de influir psicológicamente en el accionar y las decisiones de los hijos, de los hermanos, de los amigos, de los compañeros de trabajo o de un conjunto de personas.
Explica que la manipulación emocional es un patrón de abusos que se ejerce contra las personas para que estas lleguen hasta a dudar de sus condiciones profesionales, físicas y personales, de su propia percepción, de su juicio o su memoria.
Para esos fines, señala que la persona manipuladora usa expresiones y calificativos en busca de lograr la confianza del otro, pero a la vez que los pongan a dudar de si pueden alcanzar sus metas o tomar decisiones por sí mismo que le puedan beneficiar e impulsarse a nivel profesional, político socialmente.
Martha abunda al respecto y afirma que las manipulaciones emocionales inducen a crear dependencia de otros o del entorno en que se desenvuelve la persona, generándole apegos que la dañan psicológicamente.
Subrayó que hay quienes manipulan la realidad y los hechos para el manejo y control de la pareja, de un hijo o alguien con quien convive o comparte socialmente.
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Añadió que las actitudes y expresiones de manipulación emocional son una forma de ejercer poder, control y dependencia, para influir en los demás, mediante lo que llama “un lavado de cerebro”.
Evelin sostiene que la manipulación emocional es difícil de detectar en principio porque quien la pone en práctica no ejerce una agresión física y hace aparentar que sus expresiones y acciones están dirigidas a proteger, apoyar y beneficiar a la otra persona, cuando en sí lo que buscan es controlarla y hacerle creer que sin ella le será imposible lograr lo que quiere.
“Hay cierta cortina en la que el abusador se esconde, y es tratando de hacerle ver a la familia, a su familia o amigos, de quienes en definitivamente él lo aleja, y es protegiendo a la persona que está, y es tanta la protección que doy que tú depende totalmente de mí, y te estoy dando amor, y afuera están viendo que es protección que te doy, pero adentro no es otra cosa que aislándote del mundo para tenerte para sí; te cosifican de una forma porque entienden que es de su propiedad. Es decir, que sea dependiente absolutamente de esa persona”, manifesta.
No obstante, expresa que puede haber madres, hermanos o amigos que hacen daños psicológicos inconscientes con sus manipulaciones, como cuando tratan de influir en la elección de parejas, en lo económico y socialmente.
Recomendaciones
Alexandra García, Evelin Bueno y Martha Pérez expresaron que la manipulación dependerá de la autoestima de la persona, la cual sugieren que debe definir quién es y qué quiere, definir su yo; y que en caso de detectar esos tipos de manipulaciones busque ayuda profesional para tratarse y evitar continuar en esa dependencia o bajo esas influencias.