Especialistas afirman padres podrían sufrir depresión por partida de los hijos

martes 15 octubre , 2019

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Partida de pareja de la casa materna /Foto Pixabay

Dos especialistas en el tratamiento de la conducta consideraron que los padres deben prepararse para la partida de sus hijos cuando deciden casarse o formar pareja, porque de lo contrario podría afectarlos y caer en depresión.

Al exponer sobre el tema sobre el fenómeno que los psicólogos llman «síndrome del nido vacío», que es la salida del hogar materno de los hijos que deciden casarse, Gunter Lorenzo Rodríguez, psicólogo clínico y Desiree Jiménez Coli, consultora y especialista en adicciones, explicaron que muchos padres se resisten a separarse de sus hijos cuando estos deciden formar familia de manera independiente.

Durante su participación de cada lunes en el programa Entre Adultos, que por la ZTV en YouTube y la Z101.3 FM produce el médico psiquiatra Héctor Guerrero Heredia y que conduce el psicólogo clínico Eladio Hernández De la Rosa, los dos especialistas coincidieron en que muchos padres llegan a padecer situaciones de melancolía, angustia, abandono, tristeza y hasta depresión si ese proceso se extiende en el tiempo.

Atribuyeron esos fenómenos emocionales al apego y el paternalismo propios de los progenitores cuando ven partir a los hijos y piensan en la soledad del hogar sin su presencia.

Observaron que en muchos hogares los hijos se convierten en fundamentales para a unidad familiar y la relación matrimonial de sus padres cuando la relación es tortuosa, poco sana, y solo la permanencia de los hijos en el hogar los mantiene unidos, por lo cual su partida sería un elemento de división y rompimiento del matrimonio.

Desiree defiinió el «síndorme del nido vacío» como un conjunto de emociones que sienten los padres cuando sus hijos toman la decisión de separarse de ellos para formar su propia familia.

Expresó que tradicionalmente quien más toma en cuenta y sufre la partida de la hija o el hijo del hogar son las madres, porque los padres como son quienes trabajan para el sustento familiar, tienden a estar menos tiempo con éstos, porque comparten menos en la casa, lo cual no indica que no quieran o tengan amor por ellos.

Para Gunter, el problema es que muchos padres no comprenden o no se preparan para la transitoriedad de las etapas, del desapego familiar entre padres e hijos, al punto que llegan hasta afectar la relación de pareja de éstos.

Cuando existe un apego muy enraizado y la hija o el hijo han permanecido muchos años junto a los padres, van al matrimonio buscando el tipo de atención que recibía de su madre.

Desiree y Gunter sostienen que la soledad, la nostalgia, la tristeza y melancolía son normales en los padres en los casos analizados, pero advirtieron que cuando esas emociones se prolongan en el tiempo, son peligrosas y pueden generar estados depresivos en los progenitores.

Según manifestaron, hay padres que por el apego desarrollado con los hijos llegan a boicotear la relación de pareja de sus hijos, porque desearían que nunca partieran de su lado.

En muchos casos , esos padres tratan de influir en la relación matrimonial de sus hijos, más cuando comparten un mismo techo o residen muy próximo a éstos, por considerar que éstos siempre son sus «niños», que no crecen y que deberían permanecer siempre a su lado.

Sin embargo, precisaron que hay casos en que los padres y sus yernos o yernas comparten en un mismo hogar y la relación es admirable.

Concluyeron con una recomendación para los padres: prepararse para ver partir del hogar a sus hijos para formar pareja y evitar emociones que puedan causarle depresión.

Rafael Tomás Jaime

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