El currículum vitae es tu hoja de vida, tu resumen profesional.
En el año 2012, la Universidad de Yale de Connecticut trabajando con la discriminación por sexo, hizo un experimento en el que, del mismo currículum, cambió solo el nombre del candidato (en uno era un hombre, en el otro una mujer) dejando todos los demás datos intactos. Los currículums fueron evaluados por personas distintas, bajo los mismos esquemas de evaluación y para los mismos puestos, sin embargo, el que tenía nombre de mujer obtuvo menor valoración.
A los investigadores, esto le dio un dato de discriminación por sexo, pero a mí me confirma mi animadversión por los currículums. Aunque suena contradictorio siendo gestora humana, creo muy poco en ellos. La realidad es que los currículums, si bien es cierto que son el medio más usado para darse a conocer laboralmente, desde mi punto de vista, también es el documento que más daño le puede hacer a un profesional.
Primero, lo usas para venderte y por esto organizas tu perfil de acuerdo a lo que crees que te conviene, que no necesariamente es tu realidad; segundo, parcialmente es interpretativo y diferentes personas pueden interpretar cosas totalmente distintas sobre lo mismo; tercero, si no lo sabes hacer, es la más efectiva arma para que te descarten en un proceso de reclutamiento, aun cumpliendo con todos los requisitos del puesto.
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No es para que vayas ahora a echar a la basura tu currículum. Todavía, aunque ha cambiado ligeramente, este es el medio por excelencia para presentar un candidato y por eso te digo que esta es una opinión muy personal. Con esto, me refiero a que hay cosas que complementan y agregan valor a tu perfil profesional. A que las oportunidades no se deben limitar a una, dos o tres personas que reciban nuestra hoja de vida y con suerte una sola persona quiera leerla.
Los empleos de hoy en día son digitales, la mayoría se puede desarrollar por medio de la tecnología, lo que hace que un papel se vuelva obsoleto, desactualizado y hasta innecesario, ya que no hay forma de mostrar tus actitudes y habilidades por medio de este. Por suerte, tenemos las redes sociales (Instagram, Twitter, Linked In, Facebook) que como herramienta, nos dan la oportunidad de hacer público lo que somos.
Con las redes sociales, sin mucho esfuerzo es muy probable que puedas conectar y darte a conocer por el CEO de esta empresa que te gusta y con la que nunca hubieras soñado conectar a través de un simple currículum. Crear un buen perfil en LinkedIn, diseñar un blog, una página web, son algunas de las cosas en las que sí creo, porque te permiten darte a conocer y demostrar lo que haces y lo que sabes.
Recuerda que en estos tiempos solo es invisible el que quiere serlo.
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