El papa Francisco condenó ayer, viernes, el "cruel" e "inhumano" atentado en Bogotá, que causó la muerte a 21 personas y decenas de heridos, y expresó su deseo de que se siga construyendo "la concordia y la paz" en el país.
En un telegrama enviado en nombre del pontífice argentino por su secretario de Estado, Pietro Parolin, al arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar Gómez, lamenta el atentado con un coche bomba que "ha sembrado de dolor y muerte la ciudad" el pasado jueves.
"El papa Francisco expresa su más profundo pesar por las víctimas que han perdido la vida en una acción tan inhumana y ofrece sufragios por su eterno descanso", se lee en la misiva.
Francisco hace llegar así su "apoyo y cercanía" a los numerosos heridos, a sus familias y a toda la sociedad colombiana "en estos momentos de conmoción y tristeza".
"El Santo Padre condena una vez más la violencia ciega, que es una ofensa gravísima al Creador, y eleva su oración al señor para que ayude a perseverar en la construcción de la concordia y la paz en ese país y en el mundo entero", continúa el telegrama.
Por último Francisco imparte su bendición apostólica sobre todas las víctimas, sus familiares y "el querido pueblo de Colombia", un país que visitó en septiembre de 2017.
El atentado fue perpetrado en la mañana del jueves con un coche bomba cargado con 80 kilos del explosivo pentolita que fueron detonados dentro de la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, en el sur de Bogotá.
El ataque se saldó con 21 víctimas mortales, incluido el terrorista, y 68 heridos.