El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este jueves la concesión de 60 millones de dólares a Haití, ante la crisis humanitaria sin precedentes que vive el país y el deterioro de la seguridad.
Esta contribución no reembolsable tiene como objetivo "mejorar la seguridad alimentaria, aumentar la resiliencia a medio y largo plazo de las poblaciones vulnerables en Haití y apoyar la prestación de atención a las poblaciones desplazadas, así como a los migrantes que regresan", según un comunicado del BID.
La primera parte del fondo, de 40 millones de dólares, proporcionará ingresos temporales en zonas con inseguridad alimentaria a través de proyectos de transferencia de efectivo, que beneficiarán también a iniciativas comunitarias que busquen la resiliencia ante el cambio climático y la mitigación de sus efectos.
Las transferencias de fondos, dirigidos asimismo a atender las necesidades de las mujeres vulnerables, comenzarán en enero de 2023 y beneficiarán a unos 52.000 hogares (aproximadamente 260.000 personas).
El segundo elemento de la ayuda, por valor de 13 millones de dólares, servirá para ampliar los servicios sanitarios esenciales y el seguimiento a los habitantes de las zonas más vulnerables.
Asimismo, se destinarán 5,5 millones de dólares a mejorar la atención a las personas desplazadas y a los emigrantes retornados.
Las catástrofes naturales como huracanes y terremotos, la inestabilidad sociopolítica y las consecuencias de la pandemia de covid-19 han aumentado la pobreza y la inseguridad en Haití, donde la calidad de vida se deteriora cada vez más, en especial entre los segmentos de población más vulnerables.