El antichavismo inició hoy un proceso de "reunificación" que le permita definir estrategias para oponerse al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien gozará desde el próximo 10 de enero de un nuevo mandato que los opositores rechazan por desconocer los resultados de los comicios del pasado 20 de mayo.
La oposición organizó hoy un congreso, que nombró como "Venezuela Libre", que asegura "marca el inicio de una etapa de reunificación de todas las fuerzas democráticas dispuestas a enfrentar a la dictadura para superar la crisis humanitaria que azota a los venezolanos", según reza un comunicado de la coalición Frente Amplio.
"Por ello, nos organizamos desde ahora en instancias tácticas, estratégicas y logísticas para darle cauce al creciente malestar social del pueblo venezolano (…) a través de la protesta pacífica de calle que aumente la presión sobre la dictadura y haga cesar la usurpación" de Maduro, se añade en el texto.
Maduro ganó con amplio margen las elecciones del pasado 20 de mayo, a las que no se presentó el grueso de la oposición por estar inhabilitados sus principales partidos y líderes y por considerar que no existían garantías.
La oposición -así como varios Gobiernos del mundo- ya ha dicho que desconocerá el nuevo mandato de Maduro.
La plataforma también hizo un llamado a la "unidad superior" para lograr el objetivo y defender la Constitución, así como a la Fuerza Armada para que ayuden a "restablecer" el orden constitucional.
El Frente animó a la comunidad internacional a reconocer "las luchas democráticas del pueblo venezolano, y a intensificar la presión y las acciones que contribuyan con la salida de la dictadura", pues argumentan que el Gobierno de Nicolás Maduro es una "amenaza" para el mundo y en especial para la región.
La coalición se comprometió con construir un acuerdo que defienda una "transición ordenada e inmediata" y que garantice el cumplimiento de la Constitución, siendo que el Parlamento es "la única institución democrática" para "garantizar y conducir la transición".
Enumera, en ese sentido, como prioridades de un hipotético nuevo Gobierno atender la crisis económica y la "emergencia humanitaria" de salud y alimentos; cambiar el modelo político y económico; recuperar los servicios públicos que hoy presentan fallas; reestructurar las instituciones; reformar la seguridad ciudadana y otros.
El manifiesto fue entregado al presidente del Parlamento, el opositor Omar Barboza.
En el congreso participaron distintos representantes de la sociedad civil de cada uno de los estados del país, entre los que también se encuentran dirigentes del chavismo disidente.
A la salida del acto el dos veces candidato a la presidencia Henrique Capriles reivindicó la "negociación" como salida a la crisis política y económica que aqueja al país, al tiempo que dijo estar dispuesto a "hablar con el diablo" si esto le permite poner fin a la "tragedia" que padecen los venezolanos.
El dirigente aseguró a periodistas que Venezuela necesita de una "solución política pactada, que significa una negociación, con otros actores" y el respaldo de una comunidad internacional que, según dijo, "clama" por el diálogo entre las partes.
"Por la solución de este país y para que los venezolanos no sigan viviendo esta tragedia si yo tengo que hablar con el diablo, iría a hablar con el diablo", añadió.
El Gobierno de Maduro y la oposición entablaron negociaciones a finales de 2017, pero estas acabaron sin resultado a principios de año cuando ambas partes se acusaron de romper los primeros acuerdos alcanzados y el antichavismo se negó a firmar un documento de compromiso por considerarlo contrario a sus reclamos.
Capriles aclaró que de momento no hay condiciones para que la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro, que se desconocen mutuamente, retomen los diálogos.
Asimismo, dijo que no ha tenido acercamientos con sectores del oficialismo, pero que conoce de su época universitaria al gobernador del estado de Carabobo (centro), el chavista Rafael Lacava, quien hace dos días calificó al opositor como "una persona con quien se puede hablar".
Capriles también señaló que con el nuevo término de Maduro se abrirá "una etapa desconocida" para los venezolanos.
"(Porque) el manto de legitimidad muy cuestionado que cargaba este Gobierno, a partir del 10 de enero como lo ha dicho la comunidad internacional, cesa", dijo.