En los humanos pueden ocurrir la atracción amorosa de una persona por otra o de ambas a la vez, y dar una expresión directa para lograr la unión de sentimientos.
Ese fenómeno no solo ha ocurrido entre adolescentes, sino que también se da entre adultos, desarrollándose un enamoramiento clandestino, no expresado, que podría arrastrar años y hasta llevar ese sentimiento hasta la muerte.
Ese fenómeno emocional es atribuido por los psicólogos clinicos Tarquino Santana Camacho, Maikol Díaz y Eleazar Del Rosario Mercedes, a la falta de madurez del individuo, a la timidez y al temor al rechazo.
Explicaron que el hombre o la mujer han pasado por una etapa en la vida en que sienten atracción por otra persona de su sexo contrario, pero regularmente no le dan señales o no le dan manifestaciones, por lo cual no se da la correspondencia o respuesta en el sentido deseado.
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Maikol Díaz señala que, sin embargo, los sentimientos y atracción de un ser por otro pueden llegar a tal extremo que despiertan otras emociones o acciones que podrían contribuir a desarrollar comportamientos de tipos obsesivos o patológicos, como inducir a la bebida alcohólica por “amargura” o a inferirse maltratos físicos.
Manifestó que la no expresión de esos sentimientos reprimidos y no correspondidos perdurarían en el tiempo hasta que la persona llega a hacer conciencia y aceptar de que ese amor es, definitivamente, un imposible, sea por razones de no correspondencia, por el rechazo, por la diferencia social de clase o por el nivel cultural.
La no manifestación de ese amor al hombre o la mujer, de esa atracción que se siente por el otro ser, se da con regularidad por el temor al fracaso.
Eleazar afirma que esos sentimientos pueden darse de diferentes maneras: unos lo callan, otros realizan gestos o acciones corporales, algunos lo lloran y lo sufren o tratan de olvidarlo con actos para el olvido.
Esas etapas de no correspondencia, alerta que también pueden llegar al desarrollo de comportamientos patológicos.
“Esos son amores de fantasías” los calificó Eleazar y a seguidas le secundó Tarquino Santana.
Refirió que en la etapa de adolescencia, se dan casos en que el jovencito realiza acciones contrarias a dar expresiones de que una de sus amigas o compañera de estudios o grupo lo atrae y lo manifiesta con actos de rechazo, para evitar ser descubierto.
Los cambios y la decisión
No obstante, Tarquino consideró que las nuevas generaciones, pese a que tengan ciertos niveles de timidez personal, son mucho más rápidas, decididas y expresivas, son más liberales y expresan el interés, evitando mantener un sentimiento restringido.
Para Maikol, la música, el cine, los medios de comunicación y el desarrollo de las tecnologías han contribuido a que las personas sean más expresivas y a través de éstos exteriorizan sus sentimientos.
Además, porque según Tarquino, los jóvenes actualmente han despertado un gran interés por el disfrute y la libertad de jugar con sus sentimientos y el amor.
Eleazar lo atribuye a que hoy vivimos una sociedad sexuada, basada en el libertinaje y rechazan los valores y los compromisos.
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